• 22/12/2020 00:00

Las damas de la Banda Republicana, pocas, pero sobresalientes

“Las cuatro damas con que cuenta la banda en su cuerpo musical son jóvenes profesionales en el campo de la música, ingresaron como refuerzo y escalaron poco a poco, hasta convertirse en integrantes oficiales de la Banda Republicana”

Las damas de la Banda Republicana han tenido una discreta, pero significativa participación a lo largo de estos 153 años de existencia. Son 15 de ellas que oficialmente han participado en esta agrupación musical, orgullo del país.

La primera mujer en ingresar a las filas de la Banda Republicana fue Mireya Della Cella, en el año 1969. 102 años después de ser fundada la banda en 1867. Apasionada por la música, se destacó en el clarinete, instrumento musical de la familia de viento-madera, considerado históricamente como propio de las mujeres; sin embargo, ya no es así. Los instrumentos no tienen género.

Después le siguieron Carmen Concepción Cajar, corno francés (1979-1990); Carmen Small, requinto (1982); Benedicta Jiménez (1982-1985); Elliett Apolayo, flauta (1989-1995); Electra Castillo, oboe (1987-2005); Ingrith Saavedra, tuba (1999-2002); Jhelesky Madrid, clarinete (2000-2013); Isis Tejada, clarinete (2006-2012); Yariela Valdés, trombón y Herlinda Charpentier con una mención honorífica por ser la primera dama en participar como personal musical de apoyo en la banda.

La banda fue la escuela de las primeras integrantes, una escuela profesional en todo el sentido musical. Algunas recuerdan los años de estudio, los maestros y los recitales que son añoranzas que guardan como un tesoro.

Para Electra Castillo, directora del Coro Polifónico de Panamá y primera mujer oboísta que llegó a la Banda Republicana, haber pertenecido a esta agrupación musical ha sido una de las experiencias más maravillosas que ha vivido.

Agregó que cuando llegó a la banda era muy joven y tocaba con grandes músicos que la apoyaron al 100 %. Considera que el 90 % de los estudiantes que tocan instrumentos de viento, su anhelo es definitivamente llegar a una banda tan prestigiosa como es la Banda Republicana que ha dado y sigue dando motivos de orgullo.

Actualmente, la Banda Republicana cuenta entre sus filas con cuatro integrantes: Dayana Morales, corno francés (2001); Johana Rodríguez, oboe y corno francés (2003); Ann Marie Bernal, clarinete (2013) y Marta Ramos, corno francés (2017). Además, se cuenta con refuerzos, prestos a servir cuando así los requieran.

Johana Rodríguez, considera que la reducida participación de las mujeres en la banda es como un fenómeno social y no porque la institución, como tal, lo haya querido así; sino, porque la forma de acercarse, de percibir la profesión de músico desde los ojos de la sociedad, en su mayoría, se ha inclinado a que la desarrollen los caballeros.

Agregó que hay “temor”, probablemente infundado por la sociedad, algo cultural y no solo en Panamá, es algo que se percibe a nivel mundial.

Rodríguez, quien también estudió Relaciones Públicas, apuntó que los instrumentos musicales no tienen género; que cuando uno desarrolla un gusto por un instrumento en particular, ese fue el que te enamoró y es una percepción en cuanto a que las trompetas y la percusión sean instrumentos para varones. Y, se tiene la misma percepción con la flauta y el clarinete, que se piensa que son instrumentos más delicados y femeninos.

Las cuatro damas con que cuenta la banda en su cuerpo musical son jóvenes profesionales en el campo de la música, ingresaron como refuerzo y escalaron poco a poco, hasta convertirse en integrantes oficiales de la Banda Republicana. Todas coincidieron en que sí se puede vivir de la música con dedicación y compromiso.

Su amor y pasión por esta agrupación musical se notó, al ver brotar lágrimas en sus ojos al momento de contar sus experiencias.

Para ellas, todo sacrificio lo vale, hay que seguir su sueño, “estudien, porque la música es una profesión como todas, es respetada, admirable y uno tiene que entregar todo”, resaltó Rodríguez.

Las mujeres han roto paradigmas y estereotipos; sin embargo, aún existen ideas obsoletas que limitan la presencia de la mujer en la sociedad. Las tareas creativas y, por tanto, artísticas de ellas, confirman la necesidad de una mayor participación en este tipo de colectivos musicales.

Periodista
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