• 09/06/2021 00:00

Generación de escritores para el futuro

“La nueva generación literaria 2020 reúne escritores de formación intelectual semejante, la cual vivió los cambios generados a través de la pandemia mundial del año anterior”

“Debemos escribir historias en un mundo hiperconectado, donde a muchos les da miedo soñar hacia un futuro diferente. ¿Asumimos el reto?”.

Es innegable que las redes sociales ayudan a los jóvenes de todo el mundo a vencer esa soledad y darles un abrazo o sonrisa virtual a través de un “me gusta”. Los usuarios comparten con personas sus mismas preocupaciones y anhelos; en pocas palabras, se sienten “no estar solos”. Uno de los retos, como escritor de esta generación literaria 2020, es la de elaborar personajes en situaciones de rechazo, cuestionamiento y limitación en busca de una identidad. Las narrativas deben lograr conmover y emocionar al lector, para que se apropie, con pasión, de los protagonistas y las historias, haciéndolas suyas.

La nueva generación literaria 2020 reúne escritores de formación intelectual semejante, la cual vivió los cambios generados a través de la pandemia mundial del año anterior. Nos unió un hecho mundial y no la proximidad en la edad de nacimiento de los autores. Vivimos y sentimos los interrogantes, al igual que también le dimos más valor a la sencillez, la inmediatez y la libertad. Además, le da un buen uso del idioma, al involucrar lo peculiar de esta época, diferenciándose de la tendencia literaria contemporánea del siglo XX.

Las hazañas fantásticas de héroes y caballeros las actualizamos a una realidad reflejada en el presente. El ser humano sigue como tema central, donde plasmamos sus necesidades y retomamos las temáticas sobre la peste, Gobierno, religión y muerte. También reflejamos el papel importante de la naturaleza y su cuidado para nuestra existencia. Por último, hacemos uso de los símbolos y señales, haciéndolos partícipes en nuestros escritos. Somos la generación donde lo inverosímil se adhiere a la realidad, partiendo de lo universal hacia lo local. Estamos en una aldea global.

La lectura ha sido un instrumento para superar situaciones extremas vividas por un enfermo, un prisionero o un trabajador en lugares remotos. Ahora se sumó todo el planeta durante la pandemia para entretenerse y estar informado. Por lo tanto, debemos desarrollar personajes con los cuales los lectores se identifiquen, al haber vivido el tedio y la angustia del encierro. Creamos algunas veces personajes polémicos, dando la posibilidad al lector de expresar la opinión y valores a través de círculos de lectura, blogs o en las redes sociales.

La juventud actual tiene interés en la ficción y se habitúa a diversas formas de discurso narrativo; debido a esto, nos obliga a ser más creativos en la trama, personajes, ambientación y estilo, despertando así la imaginación de los lectores a través de nuevas voces en nuestros textos. Los jóvenes demostraron no adaptarse con facilidad a los comportamientos morales enseñados en las anteriores tendencias de los libros, por eso manejamos un equilibrio al transmitir los mensajes.

Los “booktubers” ayudan a la difusión de la lectura, ya que, sin tener una formación como críticos, publican sus recomendaciones literarias en las redes sociales. Ellos comparten sus gustos y sus experiencias lectoras en un ámbito informal mucho más motivador que el de las cuatro paredes de una biblioteca. Estamos comprometidos en escribir libros en un lenguaje fácil para garantizar el acceso a la lectura de todas las personas, independiente de sus capacidades. Al escribir en diversidad de géneros literarios (cuento, novela, poesía), no creamos una etiqueta a un solo receptor fundamental; al contrario, un buen libro puede disfrutarse a cualquier edad y en ella caben formas literarias y temáticas muy diversas.

Estamos en la época donde la popularidad entre jóvenes no se consigue a través de la lectura, sino por tener una imagen cuidada, buen manejo de la tecnología y ser creativo en las redes sociales. Las historias de la generación 2020 son leídas, no solo por los lectores considerados aburridos o introvertidos, sino por todo aquel ávido de dejarse atrapar de personajes con problemas reales, espinosos y prohibidos.

Aunque ahora el medio dominante es la realidad virtual, ninguna de las otras formas de entender el entorno ha desaparecido. Los nuevos lectores cambiaron lo que leen…, pero, sobre todo… cómo leen.

Nos han hecho pasar de los libros en papel y tinta a los textos gaseosos en la nube con nuevos géneros digitales interactivos, fragmentados y multimodales. Tampoco es nuestro deseo enfrentar el libro contra las pantallas. Como escritor de la generación literaria 2020, debo hacer propuestas acordes a las necesidades y a los intereses de los lectores actuales y futuros. ¿Será el comienzo de una corriente literaria llamada “valoralismo o sensibilismo”? Fuera de esta tendencia es muy posible que mi esfuerzo sea en vano.

MBA, ingeniero civil y escritor inédito.
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