La Universidad y su patrimonio

La elección universitaria ha de producir la próxima dirigencia de la institución por los próximos cinco años. Desde luego, hablamos de los que tendrán que asumir el compromiso de proponer nuevos cambios y de profundizar otros. No cabe duda de que la gestión del Dr. Eduardo Flores Castro ha impulsado un modelo de universidad que debe seguir reinventándose para mantener el sitial de preferencia que tiene en la sociedad nacional panameña.

La universidad profunda tiene que seguir debatiendo sobre su verdadero rol como elemento trascendente para el desarrollo del país y eso pasa necesariamente por la consideración de su papel como fortalecedora de la identidad nacional, por su aportación al recurso humano profesional -como lo ha hecho-, para coadyuvar con el progreso, por una gestión académica fundamentada en el impulso a la investigación científica, por el fortalecimiento de los sectores docentes, administrativo y estudiantil y por supuesto, por la vinculación con la sociedad.

En el documento Resumen de Logros. Gestión del Dr. Eduardo Flores Castro, rector de la Universidad de Panamá 2016-2021, circulado en su visita al Centro Regional Universitario de Colón, aparece todo su accionar como rector. Llama la atención el aspecto dedicado a los centros regionales universitarios, extensiones universitarias y programas de anexos universitarios. Larga es la lista de las realizaciones fundadas en una visión sobre la importancia de estas unidades académicas en las distintas regiones del país. Igualmente interesa en el documento el aspecto “Logros en Patrimonio Universitario”, en donde hay un reconocimiento al mandato constitucional de asignar a la Universidad patrimonio propio y el derecho a acrecentarlo. Esto, bien concebido, encuentra en el Estatuto Universitario un importante asidero, cuando bien indica que, entre las funciones del Consejo Administrativo, está la de: “Salvaguardar el patrimonio universitario y acordar los proyectos para su acrecentamiento”.

En este periodo, 2016-2021, la Universidad rescató dos mil trescientas hectáreas de terreno, lo que condujo a un incremento de su patrimonio. Así se obtuvieron nueve hectáreas para la Extensión Universitaria de Tortí, seiscientas cuarenta y una hectáreas en Gamboa para investigaciones científicas, sesenta hectáreas de terrenos de Tocumen, dos hectáreas para la Extensión Universitaria de Río Indio, y mil hectáreas en la Chorrera.

En el caso referido al Patrimonio universitario del CRU de Colón, la mitad de sus 14.9 hectáreas está ocupada por dos instituciones: Pandeportes y el Club Activo 20-30, quienes usufructúan ese bien sin beneficios ni académicos ni económicos para la Universidad. El rescate de ese patrimonio es urgente y la propia institución debe intervenir con decisión para revertir lo que le pertenece. Al terminar el 19 de junio del año en curso el Convenio firmado por 25 años con Pandeportes, la Universidad de Panamá debe recuperar esos terrenos. Frente a esto y de manera consecuente -y eso es correcto-, el Dr. Eduardo Flores Castro, candidato a la Rectoría, ha manifestado que: “el nuevo convenio tiene que ser revisado por el Centro Regional, la Rectoría, como siempre lo ha hecho, no va a actuar desde allí para negociar esos convenios, tienen que ser ratificados por el Centro”. Eso alienta y pone en manos del CRUC la responsabilidad de decidir sobre su patrimonio, desde luego con el respaldo del Gobierno central de la Universidad.