Rubén Darío Sousa: ideólogo de la Soberanía Nacional

El pasado 22 de enero, falleció, a los 98 años, Rubén Darío Sousa Batista, uno de los principales ideólogos de la lucha por la recuperación de la Soberanía Nacional en la extinta Zona del Canal.

Su lucha implacable en contra del enclave colonial del que fuimos objeto a razón del nefasto Tratado Hay - Bunau-Varilla de 1903, es digno de admirar y estudiar por todos los panameños.

Nació en la provincia de Chiriquí, el 25 de septiembre de 1923, hijo de Felicita Batista y Cleto Sousa. Desde muy joven se incorporó a trabajar en la Chiriquí Land Company, en Puerto Armuelles, donde pudo constatar la pobreza de los trabajadores y los grados de explotación a que eran sometidos. En esa realidad, se fue haciendo dirigente, a la vez que iba adquiriendo una conciencia de clase.

Años más tarde, se trasladó a la ciudad capital e ingresa al Instituto Nacional de Panamá. Este plantel, por estar en los límites de la Zona del Canal, hacía que sus estudiantes palparan los efectos del coloniaje y su política de discriminación. Ello influyó en su conciencia patriótica, así vemos que, en 1943, junto a otros estudiantes y líderes connotados fundó la Federación de Estudiantes de Panamá, vanguardia de las principales luchas nacionalista en el país en la pasada centuria.

En los años cuarenta, formó parte del Partido del Pueblo que tenía sus raíces en el Partido Comunista, fundado en 1930. En este colectivo fue electo secretario general en 1951, cargo que ocupó por espacio de varias décadas.

Bajo su dirección logró estructurar una organización popular a nivel nacional, que comprendía sindicatos obreros, asociaciones de estudiantes, movimientos universitarios, de profesionales, indígenas y campesinos, que tenían como objetivo hacerle frente al Estado burgués dominante, principal responsable de la miseria y pobreza de la población.

En esta lucha social y patriótica, que incluía la soberanía territorial, tuvo el respaldo de muchos dirigentes, entre ellos: Marta Matamoros, Felicia Santizo, Carlos Francisco Changmarín, Domingo Barría, Ángel Gómez, José del Carmen Tuñón, Carlos de Bello, Cleto Sousa, Miguel Porcell, Luther Thomas, Félix Dixon, César de León y Carlos Wong. Cabe precisar que cada uno de estos dirigentes dio su aporte a la Patria y muchos son desconocidos por la historia oficial, destinada a endiosar a grupos provenientes de la oligarquía criolla.

Los que conocían a Rubén, podían constatar la profundidad de su ideología, mediante el uso del materialismo histórico y la dialéctica, fundamentos esenciales para analizar el contenido de clase del sistema capitalista y su sitial hegemónico.

Esta característica ideológica lo erigió en un formador de cuadros y dirigentes políticos comprometidos a cambiar el sistema político imperante, dominado por élites económicas.

No creo que haya un dirigente de izquierda, de los años 40, 50, 60 y sucesivos, que no recibiera su influencia ideológica, en especial, dentro de la lucha anticolonial. En este aspecto, su aporte doctrinal es indispensable para entender el camino que condujo a la descolonización.

Su discurso político jamás estuvo inmerso en promesas o análisis vagos con el interés de persuadir, costumbre propia de la partidocracia burguesa. Cada palabra suya expresaba una línea para la acción y transformación, ya sea, a lo interno del partido, foros o conferencias, por eso, el poder económico y el imperialismo le temían, no a él como persona, sino lo que representaba en la lucha emancipadora.

Compartió tribuna con otros líderes del continente, como: Fidel Castro, Ernesto “Che” Guevara”, Victorio Codovilla, Manuel Mora, Rodney Arismendi, Gilberto Vieira, Mario Monje, Luis Corvalán y Gladys Marín, quienes tuvieron que enfrentar dictaduras y represiones de toda índole, sin que nada les hiciera claudicar a sus convicciones.

Entre algunos de los escritos de Rubén, resaltamos: “La formación de la lucha antiimperialista en Panamá y el papel de los comunistas”, publicado en la revista soviética “KOMUNIST”, “El Camino Justo”, publicado a raíz de los acontecimientos acaecidos el 9 de Enero de 1964, “Sobre los obreros en la Zona del Canal” y “Orígenes socioeconómicos de la situación concreta e histórica de Panamá”.

En los setenta apoyó el proceso torrijista de descolonización que culminó en una primera etapa con la firma de los Torrijos-Carter, firmados el 7 de septiembre de 1977 y que se materializaron el 31 de diciembre de 1999.

La historia de lucha política, social y antiimperialista librada por Rubén Darío Sousa, durante los siglos XX y XXI, debe ser ejemplo de tenacidad para todos aquellos hombres y mujeres que aspiran a una sociedad más justa y equitativa.