• 29/09/2022 00:00

El caso Odebrecht y la consciencia pública

“Por sus frutos los conoceréis” Sermón del Monte-Mateo 7:16-20. .

“Por sus frutos los conoceréis” Sermón del Monte-Mateo 7:16-20.

“Detrás de toda gran fortuna siempre hay un crimen”-Honoré de Balzac.

“No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante”, Omar Torrijos.

“No existe mentira siempre oculta y la verdad desconocida”. Anónimo

Anteriores frases sentenciosamente históricas que se hacen presentes para sostenernos la fe en la justicia y la moral, ante las dudas respecto a los correctos resultados esperados para los implicados, como funcionarios públicos, en actos de corrupción vinculados a la ejecución de obras de ingeniería, por la Cía. Odebrecht con asiento en Brasil.

Caso señalado que aparece como corolario de una trayectoria con hechos similares, remontados con data correspondiente a más de un siglo; empañando, aunque por dignidad lo neguemos, nuestra lucha independentista de Colombia y la negociación del tratado Hay-Bunau Varilla. Si usted analiza, reflexivamente crítico, el poema “Cuartos”, de Demetrio Herrera Sevillano, descubrirá que, desde antes de inicio de nuestra era republicana, todo se negociaba en Panamá. ¿Por qué?

Según los estudiosos y analistas, sobre la estructuración de la conciencia humana, somos producto de las relaciones de producción y sus medios imperantes en el medio social, con sus códigos culturales, donde habitamos desde nacer. De los tres factores principales de producción, nuestro istmo ha enfatizado el tercero (comercio); como modelo impuesto por España, dada nuestra estratégica posición geográfica, para el tránsito y trueque de mercancía desde el cono americano hasta Europa. Modelo económico que se refleja en una enorme cantidad de empresas diseminadas por toda nuestra geografía y pequeña población, comparativamente observando con países más extensos.

Sin lugar a duda, desde ese escenario lejano hasta nuestros días, inconscientemente en nuestro subconsciente se fue fijando una mentalidad, mayoritariamente mercantilista, semejante, casi en todo accionar, al antiguo pueblo fenicio; con una estructura jurídica intencionalmente débil para prever, controlar y sancionar delitos relacionados con el manejo de los bienes públicos. Falencia demostrada que somete a serias dudas el actuar de los representantes del Estado, por no atender tempranamente hechos de corrupción vox pópuli. ¿Por qué nuestro Ministerio Público daba espalda a señalamientos sospechosos de corrupción relacionados con la presencia de Odebrecht en Panamá y algunos de los doce países (dos en África y 10 en América) con acuerdos leoninos para construcción de obras físicas? Si la Fiscalía Anticorrupción detalló que lo investigado muestra la clara vinculación de los imputados-que son menos de los ocultados-en el blanqueo de capitales, así como esquemas para recibir dinero ilícito, ¿Será posible que algún imputado quede impune ante comprobado delito? Previsto está que una absolución sería un daño moral irreparable para nuestro país e imagen mundial; dando un claro y descarado ejemplo, una vez más, que en Panamá todo se vende y se compra, hasta la consciencia; tal como las candidaturas a un puesto de elección política, para ubicarse en un cargo facilitador en rapiñar el presupuesto nacional. Si este hecho no es casual, ¿Qué factores, en la consciencia ciudadana, influyeron para que el Ministerio Público asumiera su obvia responsabilidad de llamar a juicio, por corrupción, a estos públicos corruptos criminales de lesa patria? Y seguirán más interrogantes, para un despejar en la consciencia pública, que el viento de la historia no se las llevará.

Es la oportunidad de hacer desaparecer los intentos como algo normal y aplaudido, en nuestra cultura del vocabulario popular, las frases: “por la plata baila el mono”, “¿qué hay pa mí?" y “robó, pero hizo; y, además, no seguir alimentando la clara influencia de la economía sobre la política, mediante una caricatura de libertad y democracia para eliminar profundos antagonismos, intencionalmente creados, con sus desigualdades.

¿Absolver ese claro delito sería devolver la fe en un futuro gobierno no corrupto y que en verdad cumpla con demandas esperadas para eliminar todo tipo de pobreza, reestructurar todos los sistemas públicos; especialmente educación, salud y jurídico; para reconstruir un nuevo pais?

¿Deberemos hacer una verdadera y profunda revolución para esa reconstrucción?

“Es la hora de los hornos y sólo se ha de ver la luz”. José Martí

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