Capacitar para transformar

Hace unos años, durante una oportunidad de aprendizaje que tuve, me quedó claro que para cualquier estrategia de cambio era necesario destinar presupuesto suficiente para materializar ese proceso de transformación. Es decir, el dinero necesario para preparar a la organización para una transformación alineada a los objetivos de negocio y las acciones que la hagan sostenible.

Con los proyectos de reciclaje pasa exactamente igual. No se trata solo de seleccionar un espacio y colocar estaciones de reciclaje, también implica una inversión económica y de tiempo en educar a quienes son el motor del proyecto y principales responsables de que se concrete: los colaboradores en todos los niveles de la organización.

Esto último implica, que todos, independientemente del lugar que ocupen en el organigrama, tienen un rol. La generación de residuos no se suscribe a una parte específica de la organización y no debería ser responsabilidad exclusiva de un área. Todos generamos residuos y deberíamos gestionarlos responsablemente.

Tenemos la idea errónea de que todas, o la mayoría de las personas, saben cómo separar, limpiar y clasificar los materiales, “es de sentido común” he escuchado en más de una reunión con empresas que buscan implementar un plan de este tipo; sin una adecuada capacitación y los aliados correctos, en la práctica, resulta más complejo de lo que se espera. De allí la necesidad de capacitar a las personas para que sepan qué, cómo y dónde.

El conocimiento sobre cómo hacer algo adecuadamente en materia de residuos ayuda a reducir significativamente la incertidumbre que puede generar en las personas un proceso de cambio e incluso, ayuda a rentabilizar la inversión que se proyecta para los planes de gestión. “La información es poder”, dice la famosa frase y esa información es clave cuando se desea implementar efectivamente un proyecto de reciclaje.

El sentido común continúa siendo el menos común de los sentidos y en materia de reciclaje, la educación y capacitación constante siguen siendo la mejor ruta para una implementación efectiva y el logro de una meta colectiva: construir un país más sostenible como legado para esta y las futuras generaciones.