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- 17/04/2013 02:00
Atentado contra la democracia: cambiar las reglas a un año de las elecciones
Con preocupación hemos escuchado que se pretenden realizar cambios al Código Electoral, con el propósito de realizar ajustes sobre el tema relacionado a la asignación de curules en los Circuitos Plurinominales, cuando no se obtienen, ya sea por cuociente o medio cuociente, cosa que ocurre en la mayoría de los casos y que de conformidad con los sistemas de representación proporcional que contempla la doctrina o también conocido como Representación plena, ya sea el método de SARIPOLOS, PICHARDO o D’HODNT (Escrutinio Proporcional Plurinominal) para repartir escaños, todos contemplan siempre que estos espacios sean para las minorías que dentro de una democracia también tienen derecho a ser escuchadas en el Parlamento, que es el recinto en donde el pueblo, por medio de sus voceros elegidos mediante votación popular, puede emitir la voluntad de la facción que representa, cosa que se ha perdido en el parlamento panameño, carente en estos momentos de planteamientos que pueden exponer líneas de pensamientos políticos, sociales, económicos, técnicos y mucho menos doctrinales.
Al margen de estos planteamientos, en estos momentos los espacios legales con que cuenta la Asamblea para modificar la Ley Electoral son muy pequeños, ya que nos encontramos a aproximadamente 15 días del término mínimo que establece el Artículo 309 del Código Electoral para que el Decreto Reglamentario de las Elecciones sea promulgado en el Boletín del Tribunal Electoral —TE— y para estas elecciones inclusive ya fue emitido el Decreto Número 7 de 13 de marzo de 2013 reglamentario de los próximos comicios. Por tanto, cualquier cambio daría al traste con el trabajo ya realizado de manera responsable por parte del TE.
Por encima de estos planteamientos están los principios éticos y morales que en una sociedad que aspira a consolidar las Instituciones democráticas y que se hace representar por medio de los partidos políticos que siempre personalmente hemos sostenido son la columna vertebral por medio de la cual se sustenta y se sostiene la democracia, no existen esos espacios, porque las reglas están establecidas y cualquier intento por cambiarlas de manera acomodaticia —y quién sabe con qué otros propósitos oscuros— se pretenden presentar esas modificaciones, donde se intenta cambiar de manera sorpresiva también otros aspectos de las reglas electorales y buscar realizar acomodos para de esta manera inmoral hacer cambios significativos a espaldas del pueblo.
Un punto claro es que en estos momentos no existe ni ha sobrevenido ningún hecho cierto de interés común que beneficie a las mayorías suficientemente importante, como para hacer cambios electorales a estas alturas; pues, son solo intereses particulares de quienes en estos momentos hacen alarde de una falsa mayoría en la Asamblea, que no representa al pueblo sino los intereses personales y particulares de ellos mismos, que ahora ven con preocupación que ese pueblo los va a facturar en las urnas el 4 de mayo del 2014 y por ende buscan ahora, con desesperación, fórmulas que puedan beneficiarles.
Reformar la Ley Electoral en estos momentos es inconveniente, inmoral y contrario al mandato popular, que sin duda alguna lo que más desea en estos momentos es reglas claras e iguales para todos los que participen en los próximos comicios y que estas reglas se traduzcan en la oportunidad de que ese pueblo pueda de manera democrática elegir a quien o quienes puedan representarlos de la mejor manera en los cargos de elección popular que se realicen en las elecciones el 4 de mayo de 2014.
*EXPRESIDENTE DE LA ASAMBLEA NACIONAL.