La formalización laboral de los artesanos en Panamá se ha convertido en un motor clave para dinamizar su economía y la venta de productos autóctonos
- 29/07/2013 02:00
El ático
UNA SOCIEDAD SIN VALORES ÉTICOS NI MORALES, se tambalea. La conducta permisiva se aprende, nadie nace corrupto. Es en la familia —completa o no, creyente o no— en donde se forma el carácter de cada persona, donde se aprende la mayor parte de las buenas costumbres: a ser honesto, a hablar siempre con la verdad y a actuar teniendo siempre en cuenta que ‘ser bueno’ no debe ser solo una apariencia; o, se aprenden las malas... Porque no es corrupto solo el funcionario que se roba mil balboas o mil millones; la corrupción puede ser abuso de poder..., o mala conducta en ‘otros asuntos’, pública o privada. La corrupción es una deformación de la conducta del individuo; pero el mayor problema que tenemos, es que creemos que solo adolece de ella el gobierno. Sin embargo, ¿los que forman el gobierno de dónde salieron? Juzgamos a otros con mucha facilidad, y no vemos que muchas de nuestras actuaciones —socialmente aceptadas— forman parte de la debacle moral de nuestra sociedad. Mientras cada uno de nosotros siga con malas conductas que cree ‘aceptables’, se corrompe a sí mismo y corrompe a los demás... sobre todo a la juventud.