El presidente Mulino cuestiona lo poco enérgicas que son las medidas cautelares de los jueces de garantías
- 22/05/2013 02:00
Partidocracia y corrupción
El 4 de mayo de 2014, está previsto por el Tribunal Electoral para las elecciones generales, donde se escogerá al próximo gobernante. Según magistrados del Tribunal Electoral, se prevé un gasto aproximado de 50 millones de balboas, donde ejercerán el sufragio alrededor de 2.5 millones de electores.
El 2013 por ser un año preelectoral, se convierte en el punto de partida de la carrera al poder, para quienes aspiran a ocupar cargos públicos, por elección popular.
Durante los últimos meses la población ha podido apreciar a quienes aspiraban a ser candidatos a la Presidencia de la República, enfrentarse entre copartidarios, haciendo uso de todos los artificios posibles, para lograr la representación de su partido en la competencia por el solio presidencial.
Dentro de este contexto histórico repetitivo, de puja y repuja, sigue el dinero e intereses personales y económicos de quienes integran las cúpulas de la partidocracia tradicional, moviendo las cuerdas en los procesos electorales a lo interno de los diversos colectivos. Salen así a la palestra pública los candidatos presidenciales que representarán al Partido Revolucionario Democrático, Panameñista y Cambio Democrático en la contienda del 2014.
Mientras muchos políticos avanzan en un perverso rejuego para asegurarse la continuidad en el poder o regresar a él, hay una población ansiosa de encontrar solución a los problemas sociales que vive cada día (alimentación, agua, luz, caminos de penetración, carreteras, transporte, etc.).
Muchos políticos demagogos demuestran su inmadurez con diatribas y confrontaciones estériles, mientras que otros con un sepulcral silencio evaden su responsabilidad histórica. Aparentemente, la tozudez aún no les permite percibir que un alto porcentaje del electorado, principalmente quienes no pertenecen a ningún colectivo, los observa y analiza para emitir un voto sincero, honesto y de compromiso en el 2014. La población está cansada de tanto engaño, juegavivo, clientelismo, falta de transparencia y corrupción, en el manejo de la administración pública, por quienes han asumido el poder a lo largo de nuestra vida republicana, ofreciendo falsas esperanzas de una vida con dignidad, que nunca llega.
La gente está fastidiada de que el crecimiento económico se quede en unas cuantas manos y no se lo sienta reflejado en su bolsillo y economía del hogar; está exhausta de ser utilizada para justificar los sobreprecios en contrataciones y adquisición en bienes del Estado. Urgen políticas que impulsen la producción agropecuaria, como mecanismo para abaratar la canasta de alimentos, alcanzar la seguridad alimentaria y disminuir la migración campo ciudad y con ello los niveles de pobreza.
El electorado espera que los candidatos presidenciales abandonen las campañas baladíes y se enfrenten en debates públicos serios, objetivos y de altura, con propuestas creíbles, realizables y efectivas, que resuelvan los urgentes problemas de disminución de la canasta básica de alimentos, acceso al agua potable, recolección de basura eficiente, disminución de los índices de delincuencia y sicariato que estresan a la población, sometiéndola a elevados niveles de inseguridad y que dañan la imagen del país.
El ciudadano ejerce un poder cuando deposita el voto. Hay que votar a conciencia no por el menos malo, sino por el mejor, aquel con vocación de servicio público, comprometido a promover un contralor y procurador independientes.
*ECONOMISTA Y EDUCADORA.