• 07/08/2025 00:00

Desafíos en el bachiller de Turismo para bajar los fracasos escolares

En Panamá, el bachillerato en Turismo enfrenta serios desafíos en los procesos de enseñanza-aprendizaje. A pesar del potencial de este campo para contribuir al desarrollo económico y cultural del país, los fracasos académicos en esta especialidad se han incrementado, lo que pone en evidencia la urgente necesidad de revisar tanto el enfoque pedagógico como las condiciones en las que se imparte esta formación.

Uno de los principales problemas radica en el modelo educativo tradicional, aún anclado en métodos memorísticos y transmisivos.

Muchos docentes fueron formados bajo un enfoque conductista, centrado en la repetición de contenidos y no en el desarrollo de habilidades prácticas o críticas. Esta forma de enseñanza resulta ineficaz en un contexto como el del turismo, donde la comprensión cultural, la comunicación, la resolución de problemas y la creatividad son competencias esenciales.

Además, las desigualdades sociales y tecnológicas agudizan la situación. En muchas regiones del país, especialmente en áreas rurales o comarcas indígenas, las escuelas carecen de acceso a internet, tecnologías educativas, e incluso servicios básicos como agua potable o electricidad. Esta realidad limita las oportunidades de aprendizaje y contribuye a la deserción y al bajo rendimiento escolar.

Para revertir esta tendencia, es fundamental implementar estrategias de aprendizaje innovadoras. Modelos como el Aprendizaje Basado en Proyectos, el Aprendizaje Colaborativo o el Estudio de Casos pueden acercar el contenido académico a la vida real y generar mayor motivación en los estudiantes. A su vez, es clave formar a los docentes en el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y en habilidades blandas, como la empatía, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos.

El Ministerio de Educación ha mostrado esfuerzos en esta dirección, pero se necesita mayor inversión, seguimiento y compromiso político para lograr una transformación profunda. No basta con incluir tecnología; es necesario integrarla de manera significativa, con una metodología centrada en el estudiante y en la construcción activa del conocimiento.

El turismo es una carrera con un enorme valor estratégico para Panamá, pero su enseñanza requiere una renovación urgente. La calidad educativa debe ser una prioridad nacional, y para lograrlo, el sistema debe romper con paradigmas obsoletos, garantizar equidad de acceso y fomentar entornos de aprendizaje dinámicos y contextualizados.

Invertir en una educación pertinente y moderna para el bachiller de Turismo no solo evitará fracasos académicos, sino que también asegurará una nueva generación de profesionales capaces de posicionar al país como un destino turístico competitivo, sostenible y culturalmente enriquecedor.

Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para los futuros técnicos en turismo no sólo ayudará a reducir los fracasos académicos, sino que también contribuirá al desarrollo económico y social del país. Invertir en educación es invertir en un mejor Panamá.

La transformación no puede esperar más: los estudiantes lo necesitan, y el país también.

*La autora es estudiante de la Universidad de las Américas, Udelas
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