• 02/03/2021 00:00

Sobre educar y otros temas conexos

“Desde los años cincuenta estamos enredados en el fondo y la forma, hemos olvidado que ambas se complementan, pero sin desdeñar la hegemonía del fondo”

En los años 40 del siglo XX la Secretaría de Instrucción Pública pasó a llamarse Ministerio de Educación, a lo mejor por pura moda, porque así le decían en otras latitudes; cambio de ropa, de vestido, porque creíamos que ese canje mágico nos haría el milagro de una educación de calidad. Y nada pasó, lo que ha quedado es la manía de centrarnos en la forma y olvidar el meollo, el fondo del asunto.

Desde entonces arrastramos esa mala maña. En la mayoría de los casos, se nos ha olvidado que al inicio del siglo XX los liberales postulaban que el país iba a ser liberado por la educación. Porras y otros nombraban ministros seleccionados entre los mejores istmeños, panameños notables que eran figuras reconocidas dentro del ramo educativo. Pienso en los doctores Octavio Méndez Pereira y José Daniel Crespo Ocaña, por ejemplo.

Los resultados de esa transformación cosmética fueron evidentes en la segunda mitad del siglo XX y en lo que va de la presente centuria. Al parecer hay muchos instructores, pero pocos educadores. Hemos pasado del educador al instructor y del pizarrón al Zoom. De la tiza a las redes sociales y del liderazgo del maestro a la politización del sistema. Un mundo hueco que intentamos llenar con términos y frases como empoderamiento, calidad total, reingeniería, proactividad, holística, “webear” y demás bellezas contemporáneas.

Desde los años cincuenta estamos enredados en el fondo y la forma, hemos olvidado que ambas se complementan, pero sin desdeñar la hegemonía del fondo.

Qué duda cabe de que a los Gobiernos no les preocupa la educación, ni harán nada, porque quieren un rebaño de analfabetas funcionales. Y mientras seguimos nadando en ese océano de lo efímero y coyuntural, la educación sigue dando tumbos, aunque nos aumenten los salarios, tengamos computadora y exista la mejor red de comunicación virtual. En verdad, hemos construido precisamente eso, una educación virtual, desvinculada del sistema social y de la cultura del panameño.

Sociólogo, Universidad de Panamá.
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