• 30/08/2011 02:00

Paridad de género: reformas injustas

PLANIFICADOR JUBILADO.. El presidente actual del Tribunal Electoral —funcionario no electo por votación popular— ha presentado una prop...

PLANIFICADOR JUBILADO.

El presidente actual del Tribunal Electoral —funcionario no electo por votación popular— ha presentado una propuesta de muy mal gusto de paridad de género para ser incluida en el proyecto de ley que reformará el Código Electoral, siguiendo las directrices del Foro de Mujeres de Partidos Políticos y de otras agrupaciones feministas.

Ya viene siendo tiempo de que los grupos feministas despiertan y se den cuenta de cómo realmente funciona el mundo —se trata sobre competencia, aptitudes y proyección política personal. O sea, de democracia.

Hay dos formas de avanzar y progresar en éste mundo; primero prepararse y hacer los cambios personales necesarios, trabajar duro y ser responsable por nuestro progreso. Lo segundo sería demandar que otros se acomoden y se limiten y te hagan avanzar, sin importar tus esfuerzos o tus contribuciones.

Establecer un sistema que promociona desigualdades y política feminista, al tiempo que se asume que los políticos varones, aún limitando sus posibilidades políticas y electoreras, prosperarán de todas formas, es infame y cínico.

Entiendo la relevancia histórica de las organizaciones feministas que ahora inundan la escena social, pero vaticino que muy pronto impedirán, si ya no lo han hecho, el progreso de la igualdad de género que propugnan, más que facilitarlo.

Esos grupos jamás admitirán que hay igualdad o que ha habido grandes progresos. Aceptar eso sería admitir que ya no son necesarios.

La meta última para toda organización que desea corregir injusticias sería volverse innecesarios e irrelevantes; de la misma forma cómo los padres quieren que sus hijos crezcan y no dependan de ellos.

La pregunta que cabe aquí es ¿si las organizaciones feministas, una vez que logren esa ‘igualdad’ que dicen no tener, sabrán cuándo apagar las luces e irse para sus casas, o seguirán en una lucha interminable con nuevos propósitos y nuevas demandas?

Si la meta es igualdad, ¿cómo entender a esos grupos que se agrupan para pedir fueros y privilegios especiales desatando rechazos y conflictos?

El actual presidente del Tribunal Electoral, que ha asumido una posición de deshonor, que lo descalifica para esa alta posición de confianza pública que ejerce, debe dirigir sus esfuerzos a consolidar nuestro débil Código Electoral, en vez de corromper a las mujeres con falsas ideas, privilegios y beneficios violatorias de la Constitución y la ley de igualdad de oportunidades, entre otros, dándoles prioridad absoluta a las mujeres para acceder a puestos de elección popular, discriminando a los hombres y creando una relación conflictiva entre los géneros.

Nuestra sociedad tiene que darle la espalda a la ‘política de género’ y enfocarse en promocionar la competitividad política entre todos y los políticos deben legislar para complacer a toda la sociedad panameña y a nuestra Constitución, en vez de comprometer su estándar o normas para complacer intereses especiales creyendo que no habrá consecuencias.

Lo Nuevo