Guardianes

Pensar en un referendum para decidir sobre como unir La Cinta Costera con Barraza a través del Casco Antiguo parece en principio una forma de apego a la democracia. Sin embargo hay muchos factores inmersos en esta decisión que la hacen más compleja. Más allá de lo fácil que sería politizar un referendum, de lo vulnerable que resultaría el fondo del debate a desenfoques hacia temas sociales, económicos o de cualquier otra índole distinta y sobre todo lejana al verdadero asunto a decidir. El principal riesgo que se corre es ignorar la verdadera categoría de nuestros sitios históricos, considerados Patrimonios de la Humanidad. Desde entonces los panameños somos, para el mundo, guardianes de esos sitios, edificios y lugares que la humanidad entera considera importantes para su historia. Tomar decisiones sobre estos no debe ser una cuestión que dependa únicamente de quién logre poner más votos en una urna. Lo adecuado es seguir el camino del análisis y el diálogo que se ha planteado en París hace unas semanas con la UNESCO. Es la vía correcta de cumplir con la humanidad.