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- 13/10/2018 02:00
Una tendencia peligrosa
La metamorfosis que atraviesa el mundo tiene convulsionada la región. México dio un paso a la izquierda, pero Brasil está a punto de escoger a un representante de la extrema derecha. Es la disparidad que solo tiene explicación cuando las cosas no se han hecho bien, pues todo está relacionado a la corrupción rampante en ambos países. Si analizamos este problema de la corrupción en los otros países, la balanza puede ir hacia uno u otro extremo, dependiendo de quién esté gobernando actualmente. Lo cierto es que, en casi todos los países, la corrupción es el factor en común. Lo peligroso de esta tendencia que lleva a extremos es que los Gobiernos que se ven en el horizonte tienen un alto respaldo por su línea dura. Para las décadas de los sesenta y setenta, algo similar se registró en el mundo. Pero en aquella ocasión, la moda eran los golpes de Estado, los Gobiernos dictatoriales y la eliminación de las garantías ciudadanas. Panamá está inmersa en una pelea ilógica donde, so pretexto de luchar contra la corrupción, lo que hay en realidad es una lucha por el poder y los intereses económicos. Es una línea muy peligrosa que amerita la intervención de personas razonables para que conduzcan la Nación hacia el sendero de la estabilidad. Hay que fomentar el diálogo, la unidad, pero sobre todo la confianza de toda la sociedad. Hay un peligro en el horizonte y hay que evitar que Panamá sea arrastrada hacia lo inesperado. ¡Pelemos el ojo!