Obras mal acabadas...

La ‘lluvia' dentro del estadio Kenny Serracín en Chiriquí, recién estrenadito, es solo una cuenta del rosario de obras que se reciben con ‘detallitos' por mejorar. En varias ocasiones hemos visto cómo, por la prisa de inaugurar, los Gobiernos reciben obras, no solo con fallas, sino literalmente sin terminar. Un ejemplo es la Línea 1 del Metro de Panamá, que siendo una de las obras más apreciadas por la población, aún le faltan isletas, paradas de buses de aquella vez, cuando comenzó a funcionar. Solo para hablar de dos obras significativas, tanto en importancia para el pueblo como en costos. No son pocas, por ejemplo, las vías que, ya sean nuevas o reparadas, carecen de aceras, como si aquí todos nos transportáramos en vehículos. No se piensa en el peatón, y ni siquiera bien en el conductor, pues se hacen vías con puentes más estrechos que las mismas. Esto hace preguntarse ¿quién, qué entidad DEL ESTADO, tiene la responsabilidad de supervisar las obras que se pagan con el dinero de todos los panameños, PREVIO A RECIBIRLAS? Esta situación hay que corregirla, a tiempo, para evitar daños mayores a los ciudadanos.