De villas a desmanes

Es indudable la transformación que ha experimentado la capital en los últimos 15 años. Pero ese cambio no ha sido proporcional a lo que los ciudadanos debieran sentir. Y es que mientras se erigen inmensos rascacielos, los problemas de los primeros años de esta década siguen allí y peor aún, se agudizaron: la basura, los tranques, la falta de aceras, etc. Y en medio de esta vorágine de problemas, el fin de año la pasamos discutiendo si se hacían o no las villas navideñas en la Cinta Costera. La cerecita del helado ha sido la investigación por supuesto del enriquecimiento ilícito del ex ingeniero municipal. Es como si se destapara la caja de Pandora porque eso explica cómo pudieron reproducirse como hongos inmensos edificios en lugares inimaginables. ¡Qué decir de las vallas! El Municipio capitalino tiene grandes recursos y viendo las cosas que suceden, de seguro los ciudadanos estaremos vigilantes de sus movimientos.