Incongruencias

Definitivamente que hoy sufrimos las consecuencias de los errores del pasado. Nadie puede discutir que el momento oportuno para llamar a una constituyente fue justamente tras el derrocamiento del general Noriega a finales de 1989. No se hizo y se perdió una hermosa oportunidad. Pero como los ciclos de las oportunidades se presentan de vez en cuando, justo sería aprovechar uno de esos moméntuns para introducir cambios radicales y necesarios para fortalecer nuestra democracia y engrandecer nuestra sociedad. Lamentablemente, el perredista Martín Torrijos dejó pasar su quinquenio e hizo muy poco o nada para lograr el nuevo Panamá y el actual mandatario está dejando escapar su oportunidad para hacer el cambio. Hoy, seguimos bajo el mismo esquema que permite que la corrupción esté más presente que nunca y el juega vivo, ni hablar. Lo irónico es que hay una puerta abierta para introducir algunas reformas como la electoral y las de la Constitución; pero se está cerrando porque, quizás, al CD le conviene más el estatus quo. Irónico es también que desde la Corte se abra la puerta de una reforma judicial para combatir la corrupción y nos neguemos a aprovechar la oportunidad.