El alcohol: multa o prevención

Existen sobradas evidencias científicas que vinculan el consumo de alcohol con daños orgánicos severos que pueden conducir a la incapacidad y hasta la muerte; además, de ser el responsable de la mayoría de los accidentes de tránsito, de violencia doméstica, de agresividad, incesto, ausentismo laboral, etcétera. Recientemente, el gobierno nacional disminuyó los niveles permitidos de alcohol en el aliento, por debajo de los estándares internacionales. Es una medida que, de no sustentarse con bases científicas, es interpretada como un nuevo impuesto a la población, sobre todo porque no está aparejada a una intensiva campaña mediática y educativa destinada a advertir sobre los daños orgánicos y sociales de este toxico que, además, es adictivo. Panamá es el país que más consume licor en Centro América, pero su disminución no se logra con multas, sino con el convencimiento de lo perjudicial que es este producto. Por ello exhortamos al gobierno nacional, responsable de la salud de la población, a inculcar en el país, sobre todo a los jóvenes, de sus efectos nocivos, principalmente, los que más porcentaje de alcohol tienen. Los homicidios no se resuelven con la pena de muerte, sino tratando a profundidad sus causas.