Urge una solución

La ciudad capital crece a una velocidad vertiginosa. Los servicios son cada vez más deficientes, aunque los Gobiernos sí trabajan en la solución de algunos de ellos, como el transporte público de pasajeros. Pero, al margen de los servicios de agua potable, vías de comunicación, transporte público de pasajeros, electricidad o telefonía, hay un gravísimo problema que nos está afectando. Se trata de las calles que se inundan cada vez que cae un aguacero. Es harto conocido que muchos tragantes y alcantarillados están tapados y, cada vez que llueve, las vías colapsan. Ayer fue Río Abajo y, sobre todo, Condado del Rey. ¿Quién repone las pérdidas a todas esas personas cuyos autos quedaron anegados ayer? Las personas no se podían mover de sus casas o de los negocios donde los atrapó la lluvia. Aquí urge una solución inmediata, porque si bien es cierto que no está lloviendo tanto producto del fenómeno de El Niño, hay que tomar en cuenta que vienen octubre y noviembre, dos meses donde las precipitaciones pluviales son fuertes. Lo que no podemos hacer es permitir que estas vías sigan inundándose, que se incomode a la población que arduamente trabaja y paga sus impuestos. Hay que darles solución y urgente.