Por el camino correcto

Ayer se realizó la recepción de ofertas para la adjudicación de 350 megavatios de energía por parte de Etesa. El acto llegó cubierto por una molesta sombra de temores y sospechas ante la falta de transparencia que acusaron varios de los participantes de la licitación previa de Etesa, que se ganó AES en sociedad con el grupo Motta. Aunque la compañía estadounidense también participó en la licitación de ayer, la reacción de las otras empresas ofertantes fue totalmente distinta a la que tuvieron en agosto, pues la forma de proceder de Etesa fue totalmente distinta y, por eso, el sentir de todos los competidores —aquellos que consideran que tienen posibilidades y aquellos que, definitivamente, saben que están fuera de la jugada— es totalmente distinto. Tras la apertura de los sobres no hubo nadie entre los presentes que pudiera objetar o poner en duda la claridad del evento y el correcto modo de llevar las cosas por parte de la empresa estatal. Ahora que se está a la espera de los resultados por parte del comité evaluador, esperamos que ese buen sabor de boca dejado por las autoridades del sector energético se mantenga y que no haya sorpresas a la hora de revelarse quién se queda con la producción de estos 350 megavatios de energía. Si una empresa es vencida por una mejor oferta, no hay que lamentarse por ello, lo que hay que celebrar es que el gran ganador sea el país que pueda tener acceso a energía más barata y limpia.