Sospechosos despilfarros

Los distintos Gobiernos en vez de planificar el ahorro del gasto público se dan a la tarea de endeudar a Panamá y despilfarrar los fondos públicos, como si este fuera un país petrolero o con grandes yacimientos de oro. En vez de arroparse hasta donde alcance la manta, hacen gala de una voracidad insaciable y un endeudamiento irresponsable para que los futuros Gobiernos y generaciones carguen con las consecuencias de su falta de previsión. Nada extraño sería que mañana se descubra que detrás de tantos préstamos esté una banda de políticos y técnicos sofisticados, con imagen de probidad, dedicados ya no a la trampa en los distintos proyectos, sino como parte de una red en el negociado del endeudamiento masivo. Lo triste es que este esquema del endeudamiento y el atraco es similar en varios países. Un caso espectacular por lo sorpresivo, fue lo ocurrido en El Salvador con el expresidente Saca, quien en un momento de arrepentimiento ‘bebió el elixir de la verdad' y confesó los millones de dólares que se había robado y, además, señaló con lujo de detalles su red corrupta en la que involucró a distintas personalidades de su Gobierno. Si los encubridores y actores de los atracos al erario, en un acto de constricción ciudadana, devolvieran las fortunas mal habidas como lo ha hecho Saca, la ciudadanía entera lo agradecería. Esperemos ¿quién será el primero?