Reconquistar la confianza

En palabras simples, las recesiones económicas parten de la falta de confianza tanto de inversionistas como de consumidores. Si no hay ventas, no hay inversión, por tanto, la economía se estanca cuando existe esa desconfianza. Panamá es un país muy pequeño que puede hacer que la economía se dinamice muy rápido. Esto parte de un entusiasmo que los panameños deben imprimirse ellos mismos. Hasta antes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), las diatribas, insultos y descalificaciones pululaban por las redes; los mensajes entre políticos giraban en el negativismo y los del Gobierno, a descalificar a los adversarios y enemigos políticos. Y en las calles, la intolerancia se reflejaba por cualquier rincón. Durante la JMJ, el país puso un alto a todo este negativismo que abrumaba y abrió una ventana para que entrara esa bocanada de aire fresco, de alegría, de entusiasmo y de concordia e invadiera la población. Ahora, son los mismos panameños los que tienen que decidir y en especial, los que lideran los diferentes grupos, incluyendo medios de comunicación social: Volver al negativismo y afectar más la economía o aprovechar la racha de entusiasmo y activar la economía. Si todos reman por el camino del progreso, Panamá puede volver a activarse económicamente. La lógica indica que hay que reconquistar la confianza y permitir que la rueda de la economía vuelva a activarse. Retornar a los insultos, diatribas, descalificaciones e intolerancia, no le hará nada bien a Panamá. Pero es una decisión que está en manos de todos los panameños y, en especial de los que lideran los diversos grupos de la sociedad. ¿Qué deciden?