Una salida negociada

Luego de los sucesos del 23 de febrero, donde la tensión por la crisis venezolana subió de nivel, el expresidente uruguayo José Mujica ha propuesto una salida que involucra la participación de todos los sectores, Gobierno y oposición, con elecciones libres. Esta salida, propone, debe estar coordinada, seguida y vigilada por las Naciones Unidas y la Unión Europea. Y es que la intervención militar como salida para la crisis venezolana, debe descartarse. Quienes proponen ese método para ‘acabar' con los chavistas, no imaginan el luto y dolor que una intervención militar externa significa. Ya los panameños somos testigos de lo que ocurrió en 1989 y que, fuera de los muertos, heridos, daños sicológicos y económicos al país, cinco años después, los panameños elegían a un presidente del partido en el que se anclaba el dictador Noriega. En pocas palabras, la extinción del chavismo es una quimera. Los que dirigen el chavismo hoy, es una cúpula que ha secuestrado a un movimiento que exigía mejores condiciones e igualdad de oportunidades. La propuesta de Mujica es eso, la reintegración de una sociedad que pueda convivir en paz y con progreso, entre chavistas y no chavistas. Es lo que ha ocurrido con el PRD en Panamá, donde el partido que nació del brazo del proceso revolucionario, logró reinventarse y hoy es el principal partido de oposición. Ojalá Mujica logre tejer esta nueva iniciativa que se convierta en la verdadera salida para los venezolanos, sin necesidad de una intervención militar que será nefasta para todo el continente.