Los cien días de AMLO

Luego de 100 días en el poder, López Obrador ha señalado una nueva ruta para nuestros países: ¡el camino de la decencia! Sus primeras acciones son dirigidas contra el flagelo de la corrupción y la lucha contra la impunidad. Su principal argumento es que solo se puede salvar la sociedad con el ejemplo de los que gobiernan y que no puede existir un gobierno rico con un pueblo pobre; que en democracia la transparencia es fundamental y que los ciudadanos tienen que participar en la denuncia de todos los vicios de la administración. Que el funcionario debe estar al servicio del ciudadano y no llegar a lucrarse del poder. Que la transformación del país es un deber y un derecho de todos. El diálogo es vital, así como la tolerancia, la libertad y el respeto al derecho ajeno, siguiendo la huella de Juárez. Reconoce en sus discursos a Madero cuando decía que ‘el pueblo tiene hambre y sed de justicia'. Se ha reunido con el Consejo Empresarial en esta cruzada por la transformación de México y han acordado acabar con la pobreza extrema, promover el crecimiento de la economía y acabar con la corrupción. Todos los días López Obrador tiene conferencias de prensa y ha logrado levantar el espíritu de todo un pueblo con la consigna ‘al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie'. El experimento mexicano intenta transformar a un país de forma pacífica, con la participación de todos y teniendo como objetivos prioritarios la educación, la salud, la seguridad y la planificación del futuro. Ojalá el proyecto mexicano sea exitoso, por el bien de ese gran pueblo hermano y nos sirva de ejemplo a toda América Latina.