Bajar el tono

La dinámica política está en su fase más álgida y si los propios candidatos, líderes de sus campañas, no ponen un freno a los mensajes negativos, propaganda sucia o descalificaciones incoherentes, las elecciones panameñas dejarán un país más dividido de lo que está actualmente. Y es que las redes sociales se han convertido en el arma más poderosa para destruir reputaciones inmisericordemente. Las redes sociales cumplen un papel importante como instrumentos de comunicación, pero los mensajes que por ellas se transmiten llevan a la sociedad a una crispación innecesaria que, de no ser controlada por los propios candidatos, nos costará como sociedad. Estamos inmersos en una campaña muy feroz, dañina y perversa que, lejos de ayudar al país a sacar las mejores propuestas que nos lleven a grado de desarrollo, lo que hace es destruir reputaciones, solo porque los mensajes no coinciden con los suyos. Bajar el tono, ser más tolerantes, proponer en lugar de denigrar, es lo que hay que promover en lo que queda de la campaña. Estos ataques viscerales por el tema de la familia, unión igualitaria o llamar corruptos a personas sin mostrar una prueba, está enturbiando la campaña. Hay que bajar la velocidad y pensar más en Panamá. Todos los panameños quieren un mejor país y la honestidad no se mide si se pertenece o no a un partido; la integridad no se mide porque está de acuerdo o no con el concepto de familia y unión marital o que ser justo depende de si se es rico o pobre. El país necesita serenidad y a quien salga electo o electa el 5 de mayo próximo, tocará reunificar este país, darle progreso con estabilidad y revivir el orgullo nacional.