• 24/04/2019 02:00

Un verdadero cambio

Lo más importante de estos países es que entendieron que el centralismo no es funcional y darle peso de decisión a las provincias hace que el desarrollo del país sea más equitativo

Muchos se manifiestan favorables a un cambio radical de la Constitución a través de una Constituyente, sea paralela u originaria. Lo cierto es que hasta ahora no hay el liderazgo suficiente para materializarla. Pero, ¿cuáles son los cambios que se proponen en esa nueva Constitución? La mayoría de ellos quedan en cuestiones sobre la justicia, investigación de magistrados y diputados; segunda vuelta electoral, etc.; pero muy pocos entran a debatir un cambio radical en el poder presidencialista, cuyos excesos han sometido al país y a la sociedad a una desigualdad perversa. Y es que la sociedad depende de quién gobierna y nada se mueve si no está la mano del Ejecutivo. La descentralización gubernamental busca atenuar un poco ese exceso de poder, pero queda lejos de ser el objetivo ideal. Hay que analizar un sistema más cónsono con la realidad de nuestros días y mirar ejemplos de otros países de primer mundo. Suecia y Dinamarca, aunque son monarquías sólidas, sus democracias son ejemplos para el mundo. Lo más importante de estos países es que entendieron que el centralismo no es funcional y darle peso de decisión a las provincias hace que el desarrollo del país sea más equitativo. Temas como salud, educación, transporte, carreteras, dependen de sus regiones autónomas. Las provincias cuentan con asambleas que deciden lo que hay que hacer en cada región. Panamá tiene que ir más allá y pensar en una nueva Constitución que logre una verdadera descentralización. Limitarse solo al tema judicial y no atender un verdadero cambio en el sistema político es limitar el desarrollo de nuestra sociedad.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus