Justicia injusta

No hay peor mal que una justicia que no funciona. Y en Panamá es recurrente. No se trata únicamente de un caso en particular; se trata de un modus operandi que trastoca todo lo que debiera ser un buen funcionamiento de la Nación panameña. Por años se introdujo un recurso ante la Corte Suprema de Justicia sobre las irregularidades en la Universidad Marítima de Panamá, pero el fallo no vino a darse hasta mucho tiempo después. Esto no solo trastocó el funcionamiento de la universidad, sino que creó incertidumbre y desasosiego. Desde hace años la Corte tiene un proceso para que se declare la inconstitucionalidad referente a que una pareja del mismo sexo se pueda casar, pero tampoco falla. Y como estos hay muchos más. Si añadimos las selectividades en el Ministerio Público en los diversos procesos judiciales y que hubo una Procuraduría paralela apenas inició el Gobierno de Varela, definitivamente que el país está sometido a intereses que le hacen mucho daño. La sociedad está molesta por esta frustración que siente debido a la corrupción, el juegavivo y la desfachatez con la que se manipulan las cosas y los casos. Es un volcán amenazando con hacer erupción y lo peor es que hay quienes intentan encender el mechero para que aquí se forme una revuelta. El presidente Laurentino Cortizo debe asumir un liderazgo que se haga sentir, porque de no hacerlo, otros le ganarán la partida. Debe escoger a nuevos magistrados y ojalá su elección sorprenda con gente proba que va a hacer verdadera justicia y no a favorecer intereses particulares. ¡Así de simple!