Los próximos 20 días son cruciales para determinar si superamos la crisis del coronavirus. Para garantizar el éxito, no hay otra alternativa que hacer exitosa la cuarentena, de lo contrario, y que pasó ya en España, el confinamiento en las casas se alargará por unas semanas más y así, de forma indefinida hasta el control del virus. Pero ¿qué pasa después de la peste? El país necesita resurgir y ello implica la reactivación económica. La industria de la construcción es clave y el Gobierno tiene que darles participación a todas las empresas. Hay que construir de todo lo necesario; poner dinero en la calle y fomentar el consumo de lo nacional. De hecho, ya se empieza a valorar más a nuestros agricultores, pero necesitamos que la gente comprenda lo necesarios y valiosos que son en la cadena y seguridad alimentaria. La industria turística tiene que hacer paquetes accesibles y la industria de la aviación debe empezar a mirar con más detenimiento el transporte local con precios a la mano para garantizar su uso. Hay que mirar para adentro, porque Panamá puede salir muy bien de esta peste y con una nueva visión de orgullo de lo nuestro. El día después es clave para la recuperación, porque no hacerlo es sumirnos en una depresión económica peligrosa y fatal para este país. Es hora de que las grandes mentes salgan a dar sus ideas.

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