El nuevo Panamá

La confianza de la sociedad es fundamental en este momento. Es necesario que el Gobierno tire puente con todos los sectores; vuelva a hacer “clic” con cada grupo y acuerde un proyecto-país que siente bases sólidas para arrancar. Continuar con una política ajena a la sociedad, es perpetuar las diferencias. Y hay varios aspectos para empezar: reformas a la ley de la Caja de Seguro Social, reactivación económica, cambios constitucionales, etc. El país, igual que el resto del mundo, atraviesa por una crisis sin precedentes. Esto, empero, no es óbice para no hacer las transformaciones profundas que necesitamos para enrumbar a Panamá hacia el desarrollo. Hay que emprender un cambio total que permita reestructurar la manera como trabajamos la agricultura, hacer cambios radicales en la forma como se educan nuestros hijos. No debemos seguir con una política exterior reaccionaria; una seguridad filtrada por los delincuentes. ¿Qué honor hace tener las cárceles que tenemos? La salud tiene que volver a ser preventiva. En síntesis, hay que dinamizar el Gobierno con ideas extraordinarias y revolucionarias, para alcanzar metas, plantar una estructura sólida que soporte el nuevo país, pero, sobre todo, recobrar la confianza de cada panameño. ¡Así de simple!