Acciones concretas

Desde hace años una mala práctica se realiza en Panamá. Varias de nuestras principales cárceles están custodiadas por policías, lo que es realmente contraproducente. Una de las grandes acciones que debe emprender el actual director de la Policía, en su lucha por sanear la institución de las manzanas podridas, es que las cárceles pasen a manos de custodios dedicados a esa función. Es contraproducente poner a la Policía Nacional a hacer labor de custodios penitenciarios. Es poner a un policía en contacto directo con las bandas y sus cabecillas (que muchas veces operan desde la cárcel). ¿Cómo no caer un policía, rodeado de 300 pandilleros (muchas veces armados por las armas introducidas y vendidas por los propios policías), en las garras de estos, que, además, le ofrecen lo que sea, con tal de ganárselo? La nueva administración policial tiene que emprender un proceso serio y efectivo, para sanear esta entidad de las garras de la delincuencia. En un lapso de una semana detuvieron a un subteniente que formaba parte de la banda Bagdad y luego a otro vinculado a un robo. ¿Cómo puede estar la sociedad confiada en que la Policía la cuida, si los propios policías son los delincuentes? Se necesitan acciones concretas y cero tolerancia contra estas unidades que dañan la institución. Es hora de enderezar rumbos y uno de ellos es sacar a la Policía como custodio de las cárceles, porque allí empieza su gangrena. ¡Así de simple!