Las elecciones en Perú

Perú está en una encrucijada mortal, tras concluir las elecciones presidenciales en el país andino. Luego de un largo silencio de la comunidad internacional, la Unión Europea emitió un comunicado diciendo que las elecciones en Perú fueron un proceso “libre y democrático”. Este pronunciamiento prácticamente es un reconocimiento tácito al triunfo de Pedro Castillo sobre Keiko Fujimori. Pero al margen de quién termine siendo reconocido como nuevo presidente del Perú, este tiene que caminar por un trillo muy delgadito. Al menor asomo de llevar al país hacia el lado equivocado, estaría entrando en un terreno pantanoso que no será bueno para nadie. El caso de Perú es el resultado de décadas de abandono de la gente del campo, del indígena, de los pueblos. Es un calco de lo que ocurre en Chile, Ecuador, Bolivia, Colombia, Panamá y Latinoamérica toda. La desigualdad es el caldo de cultivo de todo este malestar que vomita nuevos liderazgos que reemplazan a los que se consideran “mejores preparados para gobernar”. Y es que siempre se ha gobernado para un solo lado. Un grupo que sangra la riqueza y un pueblo, la gran mayoría, sometido a subsidios y migajas “para que se conforme”. Es por eso necesario un cambio radical, porque el sistema político ha colapsado. No es justo seguir con una política donde solo unos cuantos se benefician. Panamá tiene que mirarse en ese espejo, porque puede caer en ese mismo abismo en el que hoy se encuentra Perú y el diálogo es el mejor camino. ¡Así de simple!