Gobiernos locales

A veces concentramos nuestras críticas al Gobierno central, pero dejamos a un lado los Gobiernos locales. La realidad es que en muchos de nuestros pueblos y corregimientos se mantienen en el atraso, por falta de iniciativas o buenas ideas de quienes son las autoridades. Hay pueblos que debieran estar radiantes, pero están marchitos. Ni plantas ni flores ni un buen rancho que reúna a la muchachada para fomentar debates. Que mezcle viejos con jóvenes para intercambiar experiencias. En los tiempos de Benjamín Franklin, en la Pensilvania de los 1700, el joven e inquieto Franklin gustaba reunirse con sus amigos en un lugar que denominaban La Cábala. De allí surgieron muchas ideas que luego el político y físico materializó con éxito. Igual pasó con Harry Truman, quien se reunía con sus amigos y debatían las mejores acciones para su pueblo. Los representantes de corregimientos son esenciales en el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, han caído en la desidia muchos de ellos. Las calles de los pueblos están sucias y nadie sabe del dinero que les da la descentralización. Hace unos años este diario reveló cómo el distrito de Donoso recibió millones de dólares de Minera Panamá, pero el pueblo sigue igualito. Es gente que se aprovecha de sus puestos y en lugar de ranchos para intercambiar ideas, llenan los corregimientos de cantinas, parrilladas y hasta casinos. Hay que emprender cambios en nuestros pueblos y renovar sangre en la dirigencia. Seguir con políticos que “no rajan ni prestan el hacha”, es permanecer en el atraso. ¡Así de simple!