Un cambio necesario

La Universidad de Panamá acaba de pasar por un proceso de elecciones que, lejos de ayudar en el fortalecimiento y engrandecimiento de la institución, lo que ha hecho es acentuar la división, la politiquería y el descontento. En alguna ocasión se le ocurrió a alguien que el rector, los decanos y directores de centros regionales debían elegirse por votación entre profesores, administrativos y estudiantes. Todo esto se ha convertido en una réplica de lo que hoy es el sistema fallido de gobierno que tenemos, porque quienes ostentan el cargo se rodean de personas que al final lo que hacen es darle el voto a cambio de un puesto. La Universidad de Panamá está harto politizada y una manera de desenredar esa maraña es cambiar la Ley y establecer un nuevo mecanismo para escoger a sus autoridades. Las grandes universidades inglesas y estadounidenses tienen un comité de búsqueda que, por lo general, contacta a los posibles candidatos dentro y fuera del país. Luego ese comité evalúa su trayectoria y designa al más idóneo. Por lo general, buscan entre personas que ya hayan tenido experiencia manejando otras universidades. Panamá debe dejar de seguir con esos concursos de popularidad para elegir al rector. Hay que despolitizar la Casa de Octavio Méndez Pereira y meter un buen presupuesto para que sus profesores nos sorprendan con investigaciones de gran nivel que nos hagan sentir orgullosos como país. Seguir como vamos no es opción y por tanto se requiere este cambio necesario. ¡Así de simple!