• 14/02/2011 01:00

Agua: ¿y en los campos?

¿ Qué sucede con el agua en el interior del país? Comparto juicios nada gratos en relación a las perspectivas sobre la sostenibilidad de...

¿ Qué sucede con el agua en el interior del país? Comparto juicios nada gratos en relación a las perspectivas sobre la sostenibilidad del país. Persistimos en transitar por la improvisación, la vista corta, fragmentada y unilateral. Decía que en cuanto se normalizara la situación del suministro y aclaramiento en la capital (Metro), las aguas volverían a su nivel y las lecciones mal aprendidas en saco roto. ¿Por qué? Algo hemos recorrido sobre el tema, trivializados al examinar y delinear las cosas que vivimos y que nos son tan caras. La improvisación pues, sigue tan campante.

Por ejemplo la llevada y traída ‘seguridad alimentaria’, que en forma definitiva depende dentro y fuera, del agua. Sobre el particular se oyen opiniones contradictorias, algunas absurdas. Como aquello de culpar al Chagres o al Bayano por lo sucedido. En este contexto la ‘seguridad alimentaria’ entre nosotros equivale a un chiste mediático de salón: ¿Qué seguridad puede haber cuando el sistema productivo nacional cae en picada impulsada repito, por la carencia de una visión del presente y futuro, así como las interferencias oportunistas de los dobles sombreros y la inseparable politiquería? Como ven, no estoy inventando nada que no se conozca y se viva en los campos.

R esulta poco valedero responsabilizar a las lluvias por los desajustes en la producción de la comida básica y el alza descomedida de su precio. Se evidencia que las causas son más profundas; desde el uso tecnológico real, a la revisión de la cadena de intermediación entre otras. Recordemos los esfuerzos por extender las técnicas de cultivo en clima controlado a partir del Primer Congreso panameño e Iberoamericano de esta especialidad (Set. 1999). Ese marco estableció convenios a nivel universitario España (Andalucía)—Panamá. Tengo en mis manos el Plan Nacional de Riego 1994—99, que con asesoramiento externo (U. de Utah, E.U.), recoge experiencias desde la segunda mitad del siglo pasado (riego de los Llanos de Coclé, Arco Seco, Divisa, etc. Así, el Plan Nacional para la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos de Panamá 2008—2012, vasto estudio realizado por una amplísima comisión interinstitucional, sustenta una cartera de 145 proyectos que incluyen entre otros, el alcantarillado. A finales del 2010 la Comisión Agropecuaria de la Asamblea recibió a una delegación de expertos argentinos.

¿Qué se hizo toda esta inversión, cuál su seguimiento y evaluación? Salta otro vicio: Siempre estamos comenzando, excluyendo, apelando a ocurrencias, descubriendo el agua tibia. Los pronósticos del cambio climático advierten que podríamos despertar sin la disponibilidad de comida básica con o sin plata, con suelos erosionados, contaminados, sin ríos aptos, sin agua, playas ni pescado. No me queda más, que alertar a nuestra gente de campo sin voz. O ponemos atención seriamente a lo que se nos viene encima o despertaremos en un país de megamillonarios extraños, con una masa de indigentes alrededor velando a las puertas de sus exclusividades. Tal vez les propondría a nuestros lectores arrancarnos para los culecos del carnaval, pero sinceramente creo que no podría.

*COMUNICÓLOGO PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE.

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