El ático

¡Ay, Dios!: ¡Llegaron los carnavales! Desde hoy inician las fiestas carnestoléndicas en diferentes regiones del país con la coronación de las reinas. Son cinco días de derroche, que debería serlo solo de alegría y de lo más hermoso del talento creativo de quienes trabajan en el diseño de los vestuarios, carros alegóricos y tarimas. Sin embargo, en las últimas décadas, el derroche se ha ido hacia los comportamientos reprobables. No está de más un llamado adicional a la cordura. Quienes tengan el firme propósito de usar estas fiestas para quitarse el estrés provocado por los problemas cotidianos, por favor, no las conviertan en generadoras de dolor y luto ni en espectáculos bochornosos para todos. Diviértanse sanamente, con juicio y moderación...