• 19/04/2011 02:00

‘Can do country’

El pasado viernes asistí a una recepción de la Embajada de Australia, convocada por su embajadora itinerante, radicada en Méjico en un h...

El pasado viernes asistí a una recepción de la Embajada de Australia, convocada por su embajadora itinerante, radicada en Méjico en un hotel de la ciudad. Sus palabras por sencillas que fueron, me dejaron un pensamiento profundo que cavile por horas. Ella simplemente nos dio un pantallazo de las semejanzas entre su país y el nuestro, a pesar de la gran diferencia de tamaño e idioma. Ambos países, dijo, no se vieron afectados por la crisis económica y financiera mundial. Ambos países han crecido en sus economías, tienen pueblos trabajadores y esforzados, que aceptan con facilidad a los extranjeros y han aprendido a explotar el turismo. Ambos gozan de una posición geográfica importante en sus áreas y son centro importante de distribución y paso de mercancías.

Casi al final, dijo lo que me resumió todo: ambos son CAN DO COUNTRIES. En inglés, Can do quiere decir Puedo Hacer, country, país. Es decir, en ingles libre, simplemente somos países donde las cosas se pueden hacer. No en mal sentido, sino en el marco de que las cosas se hacen. Como muchos panameños han aprendido a decir, van porque van. Y es que en medio de toda la politiquería, en medio de todas las criticas y denuncias, si vemos fríamente a nuestro país, aquí las cosas pasan, las cosas se dan, las cosas las hacemos. Claro que somos a CAN DO COUNTRY.

Pequeños, con menos de 3.5 millones de habitantes, pero estamos ampliando el Canal, estamos haciendo un metro, estamos construyendo edificios, centros comerciales propios de países de primer mundo, autopistas, puertos, aeropuertos, hospitales, hoteles, etc. Hoy, tras un pestañear de 10 años, tenemos más de 47 hoteles nuevos en la ciudad, tenemos un movimiento de contenedores en los puertos que nos coloca entre los más grandes del Continente, tenemos puertos de crucero, tenemos hospitales de primer mundo donde ya generan turismo se salud. Nos quejamos, pero debemos sentirnos orgullosos de nuestro país y su avance.

Dudo que nos falten franquicias, los mejores autos circulan por las calles, el panameño tiene ropa de marca y calidad, bisutería, calzado, lo último en electrónica y el que menos dos o tres celulares. Hoy, hay 23 universidades registradas y un sinnúmero de colegios, vocacionales y técnicos. A la Ciudad del Saber pocos le han dado importancia, pero ha sido un baluarte en desarrollo. Solo los curiosos hemos ido a ver a Panamá—Pacífico, en la antigua base área de Howard. Otro orgullo de la reversión del área canalera.

Claro que somos CAN DO COUNTRY, nadie nos gana en Zona Franca, nadie en el continente nos gana como centro financiero, y una vez aprendimos a explotar el turismo estamos llegando ya a los niveles que jamás pensamos llegar.

Yo recuerdo cuando nuestros productos nacionales no servían, cuando no teníamos turistas sino visitantes de negocios, cuando no teníamos centros comerciales ni pasos elevados, Tocumen con una sola pista, una universidad y luego la USMA, edificios altos solo en Punta Paitilla. Cuando los extranjeros eran gringos, los cocineros kunas y ni siquiera hablábamos sino de kunas, guaymíes y chocoes, y solo una comarca en San Blas. Pero somos CAN DO y lo hicimos, solo que no hemos parado a reflexionar y sentirnos orgullosos de nuestro avance. Preferimos seguir quejándonos y criticando, pero pocos aplauden.

Hoy, estoy cansado de criticar. Prefiero parar a oler las flores, como decía mi suegra, y dejar de correr. Propongo que un día al mes todos hagamos un alto, que pensemos en lo bueno que hemos logrado, que nos fijemos nuevas metas y al menos ese día, nos aplaudamos.

Somos un CAN DO COUNTRY, donde habitan CAN DO PEOPLE. Donde todos jugamos un papel importante y así como el presidente dijo que podíamos ir al próximo mundial de fútbol y muchos se rieron, ya dos años después muchos creemos que estamos en la carrera a Brasil. Donde producimos campeones mundiales de boxeo y hasta la campeona mundial del chateo. Donde ya tuvimos nuestra Miss Universo. Con un pueblo increíblemente amable y con estupendo sentido de humor. No sé si realmente, como decía la embajadora, somos tan parecidos a los australianos, pero, si ellos son como nosotros, debe ser un extraordinario país.

*INGENIERO Y ANALISTA POLÍTICO.

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