• 28/04/2011 02:00

No hay 1º de Mayo en Washington

El presidente Ricardo Martinelli entra (hoy) por fin a la Casa Blanca para reunirse con el mandatario norteamericano, Barack Obama. Junt...

El presidente Ricardo Martinelli entra (hoy) por fin a la Casa Blanca para reunirse con el mandatario norteamericano, Barack Obama. Juntos aparentemente anunciarán que el Ejecutivo de EE.UU. está enviando al Congreso el proyecto de Tratado de Libre Comercio (TLC/TPC). El ex presidente Bush nunca lo había enviado, porque un Congreso controlado por el Partido Demócrata lo rechazaría. Cuando Obama llegó a la Presidencia no envió el tratado con Panamá por las mismas razones. Ahora que el Congreso está en manos del Partido Republicano, el presidente demócrata le envía el proyecto con la seguridad de que será aprobado.

La fiesta organizada por Martinelli en Washington es única por parte de un presidente panameño. Para organizar fiestas la comitiva tiene fama bien merecida. La comitiva —que viajó en varios aviones— incluye la mayor parte de su Consejo de Gabinete, una buena parte de la bancada oficial en la Asamblea y numerosas delegaciones empresariales. El Tratado le cede a EE.UU. derechos para introducir todas sus líneas de exportación sin pagar impuestos y, además, incluye cláusulas que someten a la supervisión de Washington el ‘centro financiero’. (Esta ‘última’ conquista norteamericana beneficiará los bancos de dudosa reputación del Sur de Florida). Panamá sólo se beneficiará, según se anunció, con el incremento en un 20 por ciento de su cuota de exportación de azúcar.

El Partido Demócrata norteamericano se oponía al Tratado por el creciente abuso de los gobiernos panameños frente a los derechos de los trabajadores organizados de Panamá. El presidente Obama puso todas las justas demandas laborales a un lado y se alió con la actual mayoría republicana para enviar el proyecto al Congreso.

Obama puede decir que por lo menos no le faltó el respeto al 1º de Mayo, día que los obreros del mundo conmemoran con motivo de la masacre protagonizada en 1886 por la policía de Chicago contra una multitud congregada en protesta por las violaciones de los derechos del pueblo. Después de la masacre los ‘notables’ de la ciudad colgaron a los dirigentes sindicales acusados de ser supuestos ‘terroristas’. Cree que no le falta el respeto, porque en EE.UU. —lugar donde se dieron los trágicos hechos— han borrado la fecha de su historia oficial.

El resto del mundo del trabajo se detiene el próximo domingo 1º de mayo de 2011, para reflexionar sobre el futuro de la Humanidad, sin perder de vista las batallas del pasado y los sacrificios de sus mártires. En Panamá hace apenas meses dos obreros de las bananeras fueron cruelmente asesinados en Changuinola por fuerzas represivas del actual gobierno. Hace tres años, obreros de la construcción en la ciudad de Colón fueron baleados por la Policía del gobierno anterior al actual. La historia de las luchas obreras en Panamá siempre ha sido injusta y desigual.

La historia de la clase obrera panameña es de lucha y sacrificio. En la actualidad, la política oficial pretende crear una masa de trabajadores ‘precarios’, sumidos en el empleo informal. Es el sistema que pretende reforzar el TLC de Martinelli y Obama. Según un comunicado del Partido Alternativa Popular (PAP), ‘en el caso particular de Panamá, la clase obrera observa cómo el gobierno incrementa el presupuesto nacional, producto de los ingresos de actividades especulativas. Sin embargo, el incremento de las riquezas sólo beneficia a los ricos y, al mismo tiempo, aumenta la pobreza entre los trabajadores. En la última década se han cerrado decenas de miles de plazas de trabajo y en su lugar aparecen los llamados empleos ‘informales’, mal pagados e indecentes’. La política de seguridad, tomada de los manuales de EE.UU., equipara a los trabajadores y los narcotraficantes, como si los obreros fueran enemigos y los identifica como elementos peligrosos para la seguridad del Estado. ‘La inversión de millones de dólares en la compra de nuevos armamentos, en el adiestramiento militar de los policías, en la construcción de bases aéreo navales en todo el país responde a una política de control de las organizaciones obreras, en alianza con y financiado por EE.UU.’.

Otra fuente cercana a los trabajadores panameños, el Frente Panamá Soberana (FPS), dice que ‘las noticias que emanan del gobierno del presidente Martinelli señalan que la situación se pondrá peor en los próximos tres años de gobierno, con el incremento sin control del precio de la canasta básica’. El FPS hace un llamado a la clase trabajadora para promover la unidad entre los obreros y todos los panameños. ‘Los triunfos del futuro, según el FPS, dependerán de la unidad y del trabajo de todos’.

*PROFESOR DE LA UP E INVESTIGADOR ASOCIADO DEL CELA.

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