• 18/09/2013 02:00

En tiempos de crisis

Para disfrutar la vida es necesario aprender a vivirla con lo que se tiene. Nos agobiamos con muchas cosas, entre lamentos, críticas, di...

Para disfrutar la vida es necesario aprender a vivirla con lo que se tiene. Nos agobiamos con muchas cosas, entre lamentos, críticas, discusiones estériles y descontento. Y, ¿para qué? La vida es ahora y te toca vivirla como te lo mereces. En tiempos de crisis, se nos hace sentir de mal humor, frustrados y propensos a reaccionar con rabia contra los demás. Muchos son los ejemplos. Bien sea porque te quedaste sin empleo o, el que tienes no te da para cubrir siquiera lo elemental o, porque tus ahorros ahora valen menos o, porque la empresa que tienes no produce igual que antes.

La falta de recursos para cubrir tu presupuesto personal y familiar, es el primer factor que molesta. Esta situación se traduce en una permanente inseguridad y estrés por las preocupaciones derivadas de la insolvencia. Lo cual a su vez hace que el mal humor y la ira actúen como mecanismos de defensa y lo agarres con el que está a tu lado. Mente, cerebro, emociones, comportamiento, lo consciente e inconsciente están en juego. Por otro lado la política: poder, elecciones, partidos, candidatos, votos, campañas, simpatías, antipatías. Por una parte, tus actitudes incoherentes ante la vida, y por otra, los juegos del poder provocando grietas inmensas en la sociedad.

Si dejas que las cosas sucedan ‘como vayan llegando’ estás a merced de las circunstancias y lo único que lograrás es agravar el cuadro de insatisfacción que tienes contigo mismo. Y, lo peor es quedarte de brazos cruzados. En toda crisis hay solución. Primero hay que prepararse para lo más desfavorable y actuar. Dejar a un lado la incertidumbre, la inseguridad y el miedo. Fijarse metas y anotarlas. Las hay a corto, mediano y largo plazo. Así vas redescubriendo ese potencial que hay en ti.

Si estás trabajando para otro, establece una estrategia para patentizar tu trabajo. Busca otras oportunidades en la posición en que te encuentras. Que tu empleador observe que cumples con tus deberes, toma iniciativas, mantén el buen humor y ve más allá de tus obligaciones contractuales. Si tu empleador es justo, siempre valorará tu creatividad y tendrás mayores posibilidades de mantener tu empleo y una buena razón para un buen ajuste o aumento salarial.

Si el dinero no te alcanza para cubrir las deudas por el alto costo de la vida, no esperes que tus acreedores te presionen. Adelántate y habla con ellos, diles que no puedes pagar lo convenido en los términos trazados, pero que estás dispuesto mientras dure la crisis a pagar una cantidad razonable. No te sorprendas cuando ellos te propongan fórmulas, al fin y al cabo, ellos igualmente sufren la crisis cuando sus clientes no le pagan y la mejor opción para ellos es negociar con los clientes atrasados.

Hay que adaptarse a las nuevas realidades. Todo ha subido de precio. Aunque la situación esté como para sentarse y llorar. ¿Es esa la solución? Claro que no. Hay alternativas como el de cubrir esos gastos, siempre hay otras opciones. Entonces siéntate y encuéntralas o pide ayuda. Estos son tiempos de algunas privaciones. Si antes gastabas en chinguía, en el consumo de alcohol, en la rumba con los amigos, en vestirte y estar a la moda, etcétera, entonces ya es tiempo de dejar ciertas cosas por otras de importancia y, si tienes familia, pues con más razón. En la alimentación busca cómo reducir gastos sin perder nutrientes. Lleva tu listita al supermercado o puntos donde ofrezcan productos al alcance de tu mano. Posiblemente debas cambiar algunos rubros por otros. Y si antes te servías estos platos enormes de comida ahora es cuando para reducir un tanto. Te ayuda a que adelgaces o que te mantengas delgado. Con tus familiares puedes y debes explorar nuevas fórmulas de alimentación.

Y, fíjate en algo. Una de las ciudades donde he visto que se usa el carro hasta para ir a la esquina de donde se esté, es aquí en Panamá; y, otro punto a considerar es la molestia que se siente al no conseguir estacionamiento cuando se llega a un lugar; pero la molestia no radica en que el establecimiento tenga o no suficientes estacionamientos, lo que se quiere es que el automóvil quede pegado a la puerta de entrada del local donde se vaya hacer las diligencias, dando vueltas y vueltas hasta asegurarse de un estacionamiento al gusto del conductor. El tráfico vehicular, debido a la construcción del Metro y transformación vial, es agobiante, por tanto, apenas salgas de casa es necesario que te protejas con ‘paciencia’ y ‘tolerancia’.

‘Al mal tiempo, buena cara’. Y, si las cosas no van bien, práctica el buen humor, que es visto como una actitud saludable en todo comportamiento humano. Es agradable y placentero disfrutar al lado de una persona que nos simpatice y divierta, que tome las cosas con buen humor y con quien se pase un buen rato. Sobre todo cuando las cosas están a la inversa. El buen humor evita y calma tensiones y conflictos. Los que hacen juegos y chistes y toman la vida con buen humor tienden a ser más felices que el que no lo hace. Espero que estas sugerencias te sirvan de algo. Así las preocupaciones poco a poco se irán desvaneciendo. Solo hay que intentarlo y en poco tiempo te habrás acostumbrado. Es solo un cambio en tu estilo de vida. Sonríele a la vida y pásala bien.

ESPECIALISTA DE LA CONDUCTA HUMANA.

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