Aniversario con altos niveles de popularidad y críticas de oposición

El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, cumplirá este 1 de julio su segundo aniversario de gobierno en medio de una alta popularidad que ronda el 70,1%, pero en medio de ácidas críticas de parte de la oposición.

Con un país en medio de niveles de alto crecimiento e inversiones extranjeras que arriban en busca de rentabilidad, basado en la estabilidad económica de la que goza este país centroamericano con un crecimiento de 7,5% el año pasado.

A dos años de gobierno, la popularidad del mandatario panameño, que hizo suya la proclama electoral "Los locos somos más" para llegar al poder en el 2009, ha superado el 60% de votos que recibió en las urnas.

Pese a estas cifras, no todo es "color de miel", las críticas de parte de diversos sectores no se dejan esperar y se ensañan con el mandatario, acusándolo de "autoritario", "corrupto" y de otros calificativos, hasta el punto que ya el mandatario no le hace caso a sus detractores.

Recientemente, Martinelli reconoció que su administración no es perfecta y sí se presentaron algunos casos que fueron motivos del escrutinio público en los medios de comunicación, pero no lindan en el dolo.

"Lo que si les digo es que aquí las cosas se van hacer bien y vamos a dejar este país como un país de primer mundo", aseveró a pocos días antes de cumplir su segundo aniversario en el gobierno.

Entre los logros de Martinelli durante su administración, se encuentran la creación del programa de bonos "100 a los 70" para los ancianos pobres sin seguro, la modernización del sistema vial del país, la construcción del Metro de Panamá y una reforma educativa acompañada de becas universales para 800 mil estudiantes.

Otra de las obras que le ganó simpatías es la transformación del barrio popular Curundú, donde la empresa brasileña Odebrecht, construye un complejo habitacional moderno para sus 500 habitantes, muchos de ellos en la pobreza extrema.

"La gente no aprecia todo lo que estamos haciendo, pero lo apreciará cuando salgamos. Creo que lo que estamos haciendo para cambiar el país va a revolucionar Panamá", anotó.

El mandatario también fue blanco de las críticas del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD), cuyo secretario general, Mitchel Doens, llegó incluso a catalogar al mandatario de dirigir uno de los gobiernos más "corruptos", pero nunca presentó las denuncias de estos señalamientos.

Doens afirmó que cuando Martinelli culmine su gobierno en el 2014 le espera "un oscuro destino", porque supuestamente su administración "ha convertido la democracia panameña en un gran bazar comercial".

"Este es un puesto muy sólo. Te critican por todo lo que hagas", respondió el presidente panameño ante las diatribas que a diario le lanza la oposición, algunos grupos sindicales y ambientalistas.

Uno de los casos más difíciles que le tocó enfrentar, ocurrió el año pasado, en la provincia de Bocas del Toro, donde una protesta contra la creación de una serie de leyes provocó la muerte de dos personas, entidades públicas destruidas y cientos de personas heridas con perdigones.

Por esta acción, Martinelli fue criticado por amplios sectores de la sociedad panameña, pero él reconoció que la situación se le salió de las manos porque no consultó con la población la creación de estas leyes.

"Yo voy a luchar para que el próximo presidente de Panamá sea una buena persona sea un tipo honesto, que sea trabajador y que continúe con las políticas de Estado porque en cinco años no se puede cambiar esto", subrayó.

En estos dos años tampoco faltaron las críticas de su antecesor, el ex presidente Martín Torrijos (2004-20009), quien afirmó que es víctima de una persecución política por parte del gobierno actual, por un caso de supuesto soborno que enfrenta ante la justicia panameña.

Torrijos, quien no se ha presentado ante la justicia en condición de testigo, entre otras cosas afirmó que Martinelli ya tiene casi la mitad de gestión cumplidos y debería dar cuenta de sus logros.

A estas voces de crítica se sumaron ambientalistas que se oponen al desarrollo del proyecto vial Cinta Costera que pretende circundar el casco antiguo de la capital panameña, considerado patrimonio de la humanidad.

Con megaproyectos en marcha por más de 14 mil millones de dólares para los próximos cinco años, el panorama parece alentador para el futuro político de Martinelli y de su alianza de gobierno, integrado por Cambio Democrático y el Partido Panameñista.

El mandatario adelantó que, ya aprendió las lecciones de estos dos años, y prometió mejorar su gestión en los siguientes meses y años con la finalidad de construir una mejor Panamá para todos los panameños.