MOP y Municipio de Panamá ponen en jaque a constructoras de Punta Pacífica

Tuvo el multimillonario estadounidense Donald Trump que verse atrapado por las inundaciones en Punta Pacífica, en San Francisco, que co...

Tuvo el multimillonario estadounidense Donald Trump que verse atrapado por las inundaciones en Punta Pacífica, en San Francisco, que convirtieron en un lago envuelto en aguas negras su edificio "Trump Ocean Club", para que pusieran en jaque a las constructoras del sector.

En conferencia de prensa, el ministro de Obras Públicas, Federico Suárez, en conjunto con el Municipio de Panamá decidieron no entregarles el permiso de ocupación a las empresas que arrojan desechos y no se hacen cargo de los costos por los daños.

Junto al ingeniero municipal Juan Manuel Vásquez en la sede del Ministerio de Obras Públicas (MOP), el ministro Suárez reiteró que los costos de la reparación de la línea serán transferidos a las companías y promotores documentado con reportes, fotos, videos, grabaciones.

Advirtió que harán lo posible para llevar el tema al requisito de Paz y Salvo Nacional, para que las empresas involucradas en el daño no lo puedan obtener hasta que paguen los costos de la línea. De esa forma, paralizarle las transacciones.

El pasado miércoles, Donald Trump, dueño de Miss Universo, quedó metido en un tranque con su camioneta Cadillac Escalade luego de inaugurar su lujoso hotel por las inundaciones en Punta Pacífica al igual que sus invitados especiales muchos empresarios y adinerados.

Inicialmente, funcionarios del MOP cuantificaron que los trabajos en la tubería de 150 de diámetro que se han estado realizando llevan más de un año y superan el millón de dólares.

Suárez habló que tienen documentado cómo se tira el caliche, la arena, la piedra, el concreto y el cemento de las obras en el sector a la tubería.

En su informe técnico contemplan un rediseño de la línea nueva y una estación de bombeo para solucionar el problema y de antemano ofreció disculpas a la ciudadanía.

"Hemos tenido periódicamente que hacer maromas para poder trabajar allí. Se han invertido más de 2 millones para poder quitar la obstrucción de la línea que aún no se ha logrado".

La situación es complicada. La línea no tiene la capacidad de estar funcionando, han detectado varios puntos que han colapsado en la parte subterránea, incluso es difícil laborar pues deben esperar la marea baja.

Los funcionarios que logran entrar a la línea deben hacerlo con oxígeno debido a que es imposible la respiración.

"Habrá un rediseño de la línea. Una sola entrada y salida de crecimiento de vehículos y viviendas es difícil de administrar", concluyó.

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