La gesta del 9 de enero en la retrospectiva histórica

La orientación político-económica de los Estados Unidos hacia Europa a través del plan Marshall, encaminado al dominio del devastado ter...

La orientación político-económica de los Estados Unidos hacia Europa a través del plan Marshall, encaminado al dominio del devastado territorio europeo, marcó el inicio de la Guerra Fría. Esta política de control aplicada en América Latina generó grandes malestares desde México hasta Argentina. En el caso de Panamá, el sentimiento nacionalista marcó episodios importantes que entrelazan la lucha por las mejoras de las condiciones socioeconómicas, y la reafirmación de la soberanía panameña en la ex Zona del Canal.

Ello queda evidenciado en los sucesos conocidos como el ‘Rechazo del Convenio Filós-Hines’ (diciembre de 1947), la ‘Operación Soberanía y Siembra de Banderas’ (2 de mayo de 1958), entre otros que crean una histeria colectiva entre las autoridades zoneítas.

En este sentido, el profesor Fernando Aparicio en su ensayo ‘La Operación Soberanía y el Resurgimiento del Nacionalismo Panameño’, hace referencia a este hecho histórico y a la creciente molestia por parte de los ‘zoneítas’ al manifestar estos últimos ‘que la Operación Soberanía no se repita o lo lamentarán después los panameños’.

Este hecho no fue óbice para que un año después otro grupo de panameños, el 3 de noviembre de 1959, tratara de colocar la bandera panameña en la Zona del Canal, lo cual generó un enfrentamiento entre panameños, la policía y el ejército de los Estados Unidos con cientos de locales heridos.

De acuerdo con el profesor Pantaleón García ‘es la primera evidencia histórica de la radicalización ideológica y política que ha experimentado el nacionalismo panameño, luego de casi una década de represión’.

DOS CORRIENTES

A partir de estos movimientos se desarrollan dos tendencias en torno a la presencia de los Estados Unidos en Panamá: la primera desarrolla una política liberal y plantea la necesidad de hacerle concesiones a los panameños con la finalidad de evitar en el futuro acciones violentas en una América Latina que se había tornado anti estadounidense.

La figura más representativa de esta posición recae sobre Milton Eisenhower, quien elaboró un documento en el cual recoge una serie de elementos de carácter reformista con el fin de contener las acciones nacionalistas en Panamá.

Sin embargo, la segunda corriente, más conservadora, compuesta por los principales estamentos vinculados en la toma de decisiones de Estados Unidos, rechazaron de plano la propuesta del enviado especial del presidente, añadiendo que lo sucedido en Panamá era una crisis interna, y que el gobierno panameño intentaba sacar provecho chantajeándolos.

Además manifestaron que concederles ese tipo de reivindicaciones a los panameños significaría el inicio de una cadena de peticiones que no culminarían hasta plantear la salida de los Estados Unidos de Panamá.

EL CONVENIO KENNEDY-CHIARI Y LOS SUCESOS DEL 9 DE ENERO

No obstante, como paliativo se acepta la firma del acuerdo Kennedy–Chiari, que estableció la conveniencia de la izada de la bandera de la República de Panamá junto con la de Estados Unidos en los sitios civiles de la Zona del Canal, a parir del 1 de enero de 1964.

Sin embargo, el 3 de enero de 1964 el policía ‘zoneíta’ Carton Bell incumple dicha declaración conjunta, y el 9 de enero los ciudadanos civiles estadounidenses no les permiten a los Aguiluchos hacer efectivo lo pactado, profiriéndoles insultos y agresiones. Vejámenes que fueron respondidos virilmente por los panameños, lo cual generó una brutal represión por parte del ejército más poderoso del mundo.

LA RUPTURA DE RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON ESTADOS UNIDOS

El Gobierno Nacional, encabezado por el presidente de la República Rodolfo Chari, rompe relaciones diplomáticas con los Estados Unidos.

Galileo Solís, en su nota ‘Histórica y patriótica a su homólogo norteño’, reprocha ‘la forma inhumana como la policía de la Zona del Canal y las fuerzas Armadas agredieron a una romería de jóvenes estudiantes que pretendían desplegar en forma pacífica la enseña nacional en esa faja de territorio panameño...’.

‘...Carece de toda justificación. El incalificable incidente ha revivido episodios del pasado que creíamos que no volverían a ocurrir en tierras de América. El Gobierno de Panamá considera rotas sus relaciones diplomáticas con su ilustre Gobierno’, asegura.

Las argumentaciones de Galileo Solís reflejan el mismo sentimiento del expresado por Narciso Garay en 1921: ‘Panamá se ve obligada a someterse a su duro designio pero en su misma debilidad encuentra energía mientras palpiten corazones panameños en el mundo conservarán vivas las heridas, en espera de esa justicia redentora que hoy se le niega pero llegará para ella el día por inexorable designio de Dios’.

LA CONQUISTA DE NUESTRA SOBERANÍA

La gesta del 64 reavivó ese sentimiento que culminó el 31 de diciembre de 1999 a las 12:00 m.d. hora panameña, con el cumplimiento total de los Tratados Torrijos-Carter.

A partir de ese momento Panamá elimina la quinta frontera, y perfecciona su soberanía al revertir la Zona del Canal y, con ello, su vocación histórica de brindar nuestra franja geográfica al servicio del mundo, inspirado en la cultura de la paz, y en el intercambio comercial entre naciones.

Con ello demuestra que la soberanía es el alimento especial que ha nutrido la vitalidad de la identidad del pueblo panameño.

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