El último canto del gallo

PANAMÁ. La desaparición del partido Molirena es inminente. Ayer 459 convencionales de este colectivo político aprobaron de manera unánime la adhesión por fusión con Cambio Democrático (CD).

Con ello, 29 años de lucha y tradición política quedaron atrás y la guerra que por varios meses desató parte de la cúpula del partido Molirena entre ellos—miembros fundadores de este partido–fue ganada por las aspiraciones de la alta dirigencia de este colectivo quienes hasta el final defendieron a capa y espada la idea de una fusión con CD.

UNA CONTROVERSIAL JORNADA

Marcada por volanteos, entrega de calcomanías en contra de la fusión, denuncias de presión por parte de algunos convencionales y advertencias de impugnación en contra de dicha convención, fue el preámbulo que dominó el periodo de acreditación de los convencionales.

Fue así como los opositores de esta unión atrincherados en las afueras del Centro de Convenciones Vasco Núñez de Balboa del Hotel El Panamá, pedían que la votación fuera secreta y no de forma nominal, por ello, en un último intento por tratar de cambiar la posición de los convencionales a favor de la fusión, realizaron un volanteo donde explicaban el impacto negativo y la ilegalidad de esta iniciativa liderizada por el entonces presidente de este colectivo político Sergio González Ruíz, cuyo único interés es ‘vender el partido por unas migajas’.

Anexa a la documentación también se distribuyeron copias del decreto electoral número tres publicado en Gaceta Oficial con fecha del 3 de febrero de 2006, el cual en su artículo primero ordinal cuatro dictamina a los partidos políticos ‘ establecer el voto secreto para las aliazas políticas y fusión de los partidos’.

¿FUSIÓN O DEFUNCIÓN?

No obstante, para el abogado del partido Molirena y fiel creyente de la fusión, Arturo González Baso, los argumentos lanzados por sus copartidarios ‘no tienen fundamento alguno’.

De acuerdo al jurista, los opositores de la fusión tienen una ‘mala dirección jurídica’, porque según explicó el decreto electoral en mención que data del 2006 ‘no tiene validez’, mientras que según lo establecen los estatutos del partido que fueron aprobados en agosto de 2008, en su artículo 18 está claramente establecido que en este tipo de fusiones el método de votación puede ser mediante votación nominal o aclamación, y al parecer según lo estipula el artículo 16 solo se puede aplicar el voto secreto cuando se tengan que elegir las autoridades internas del partido.

Sobre esta controversia jurídica, Sergio González Ruíz restó importancia a las denuncias de impugnación.

‘Una votación nominal no es ilegal, esas son boberías de los perdedores del partido, si quieren impugnar el acto que la hagan’.

LOS TROPIEZOS DE LA CONVENCIÓN

Pasado el mediodía el inicio de la convención, estuvo marcada por varios tropiezos. En medio de forcejeos con el equipo de seguridad del partido, a más de 10 miembros fundadores del partido no los dejaron entrar. Formaron parte de esta lista negra: Lisímaco López, Plutarco Arrocha, Guillermo Quijano, Alfredo Ramírez, Mario Galindo, Gilberto Sucre, Nelson Villamontes y hasta el ex contralor Rubén Darío Carles.

‘Queremos entrar porque todos pagamos para que se diera esta convención’, reclamaba el ex ministro de Vivienda, Guillermo Quijano.

A eso de la una de la tarde, la convención inició con una cifra de 422 convencionales de un total de 646 que se esperaban y que al final según el abogado del partido, Arturo González, hubo una cifra de 592 convencionales, habilitados para votar, pero al parecer no todos lo hicieron.

Luego, al conocerse que la Convención decidió el método de votación nominal, los miembros fundadores del partido quienes estaban en un salón aparte, optaron por salir del lugar, advirtiendo que impugnarán esta semana dicha actividad. Pasada las cuatro de la tarde y ante una escasa presencia de banderas del pica gallo, de 592 convencionales habilitados para votar, solo lo hicieron 569.

De esta cifra 459 votaron a favor de la fusión, 107 en contra, hubo dos abstenciones y un voto nulo.

Ahora el escenario político para el partido Cambio Democrático cambia radicalmente. El colectivo del presidente de la República, se convertirá en el más grande del país, con una cifra que superaría los 410 mil adherentes.