La formalización laboral de los artesanos en Panamá se ha convertido en un motor clave para dinamizar su economía y la venta de productos autóctonos
- 02/09/2011 02:00
PANAMÁ. El último día de Juan Carlos Varela en la Cancillería develó de inicio a fin sensaciones encontradas. Desde una emotiva despedida de todo el personal de la diplomacia hasta de fuertes dardos contra su ahora mayor enemigo, el gobierno Martinelli.
Varela, quien no asistirá al próximo Consejo de Gabinete, insistió en que la titulación del terreno de Paitilla fue uno de los detonantes de la salida del panameñismo del gobierno, y retó a todos los involucrados en el escándalo a ‘tener la dignidad de renunciar’.
‘Así como (Ítalo) Afú renunció, deberían renunciar todos’, sostuvo, recordando el caso del cónsul que dimitió tras vestirse de mujer. Asimismo, Varela exigió al ministro Jimmy Papadimitriu, dar explicaciones sobre el asunto.
RESPUESTA A MARTINELLI
Según el presidente Martinelli, el verdadero fondo de la destitución del ex canciller está en el terreno para edificar el hospital de Chilibre, ‘que tiene serias anomalías’. Las irregularidades a las que hizo alusión el mandatario —vía Twitter— radican en su compra, gestionada por el partido Panameñista.
Sin embargo, Varela rebatió. A su salida de un convicio con la prensa, cuestionó que ‘si es así, por qué no cuestiona a la contralora (Gioconda de Bianchini), que refrendó el contrato; a todo el equipo de salud que lo escogió y a los ministros que firmaron el contrato con el vendedor. Sería ilógico cuestionar a la mitad de su gobierno. Esas son las incongruencias por los impulsos innecesarios’.
Ayer por la madrugada a Varela se le retiraron tres guardaespaldas, reasignados para el nuevo canciller. Según dijo la portavoz de la Presidencia de la República Dalilia Arciniegas, el vicepresidente aún conserva 21 escoltas y ocho vehículos del Sistema de Protección Institucional para él, su esposa e hijos.
PACÍFICA TRANSICIÓN
Ayer mismo, el nuevo canciller Roberto Henríquez empezó funciones.
Henríquez respaldó la posición del presidente Martinelli y se rehusó a que el brusco cambio genere fricciones internacionales. Además, negó que por lo pronto hayan destituciones.