Según el economista en jefe de la FAO, Máximo Torrero, la región ha reducido la prevalencia del hambre, con casos destacados como Brasil, República Dominicana...
- 24/04/2013 02:00
PANAMÁ. Los choques políticos en la Cámara de Comercio (CCIAP), develados a la sazón del apoyo del presidente del gremio, José Ford, al gobierno, despertaron ayer los temores por el efecto que las desavenencias tendrían en el terreno electoral.
‘Ya se desnaturalizaron las instituciones democráticas, se destruyó el Estado de derecho y ahora se infiltran los gremios, eso no es sano’, advirtió el exmagistrado electoral Gerardo Solís.
Para el también exjuez electoral Guillermo Márquez Amado, lo complejo que parecen ser los comicios venideros demandan una sociedad ecuánime. ‘Parece que (las elecciones) van a ser muy cuestionadas, pero con la sociedad unida tal vez se pueda reducir la intensidad’, sostiene.
El lunes último, el empresario Roberto Eisenmann consideró ‘escandalosa y vergonzosas’ las apreciaciones de Ford, un empresario cuyo sobrino, Jaime Ford, lidera la cartera del MOP y está emparentado políticamente con el mandatario del país, Ricardo Martinelli (está casado con su sobrina).
Ford aseguró en La Prensa que el gobierno, a través de la Dirección General de Ingresos, no perseguía a sus críticos. Eisenmann ha denunciado matiz político tras el alcance de $3 millones que le decretó la entidad fiscalizadora a su negocio Golf Coronado.
‘La CCIAP se entregó al gobierno’, argumentó ayer Eisenmann, fundador de La Prensa. Ford, por su lado pidió se le dejase ‘actuar’. ‘No he perdido la imparcialidad’, planteó, y tras ello anunció que intentaría dialogar con Eisenmann.
Solís asegura que tal panorama debe bastar para mirarse en el espejo de Venezuela y frenar la polarización. ‘Tengan la prudencia de hacerlo, dividir y polarizar es un error básico en la operación electoral’, asegura .
Según plantea, con los gremios empresariales infiltrados ‘se impactará negativamente la masa laboral, redundaría en un calentamiento de ánimos al momento de actos fraudulentos contra la democracia’.
Lo aconsejable, explica Márquez Amado, es que los empresarios se sienten a dialogar.
El exsindicalista Mariano Mena cree, sin embargo, que esas diferencias son ‘normales’ y que no tendrían por qué afectar el curso de los comicios. ‘Tenemos derecho a adversar, discrepar, es legítimo... lo grave fuese que todos pensáramos igual’.
El caso Eisenmann —que ha llegado a la Corte Suprema— ha desnudado, además, la injerencia del poder Ejecutivo en la justicia.
Martinelli cuestionó en Twitter que el magistrado Jerónimo Mejía no se haya declarado impedido de ver el expediente, al haber liderado una firma que llevó casos de La Prensa.
‘El presidente no debe ocuparse de esos temas, si el Estado quiere recursarlo, que lo haga a través de abogados, pero él no debe opinar’, plantea la exmagistrada Esmeralda de Troitiño. El comentario presidencial ‘afecta la independencia judicial’, agrega.
‘En los informes de evaluación que se hacen sobre la justicia panameña esas son las cosas que usan como prueba’, explica.
El constitucionalista Miguel Antonio Bernal halla en las palabras de Martinelli la declaratoria de la ausencia ‘absoluta’ de separación de poderes por su ‘imparable injerencia. ‘Es una confirmación del desmoronamiento de las normas constitucionales y jurídicas que rigen a la sociedad’
Roberto Troncoso, presidente de la Apede, llamó a Martinelli a comedirse. Es dejar de pilotear el país en paradojas: ‘se trata de la institucionalidad, el respeto a las leyes y a los poderes... es él quien debe velar por ellos’.