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- 30/06/2013 02:00
PALABRA. Jorge Drexler es un hombre sin prisas. Que se toma su tiempo para abotonarse el saco antes del inicio de un sesión de fotos. Que siempre está dispuesto a contestar una pregunta más a un ansioso periodista. Que no pierde la paciencia ante la impericia del fotógrafo. Toma otra, ya casi la tienes. Todavía queda algo de luz. Tranquilo..
El músico uruguayo gira la cabeza hacia la arboleda cercana, hacia la noche que cae y que envuelve lentamente a la Ciudad del Saber en su opacidad. Las sombras también se proyectan sobre el Ateneo, el sitio donde se presentó días atrás.
A sus 48 años, Drexler parece dueño de sí mismo. De un talento que lo llevó a recibir en el 2005 el Premio Óscar a la mejor canción original por el tema Al otro lado del río, presente en la banda sonora de la película Diarios de motocicleta. Dueño de su tiempo, limitado pero que ofrece con generosidad a cada periodista que lo entrevista durante su segunda visita a Panamá.
Es un artista que parece más que preparado para asumir nuevos retos. Y esto es precisamente lo que ha hecho con N, su más reciente trabajo. Con él hace uso de la tecnología para presentar un nuevo vehículo para sus canciones: un app de smartphone. Son tres ‘aplicaciones’, como el mismo las define, diseñadas de tal manera que pueden ser modificadas por quien las escucha. De la mano de la innovación tecnológica viene la interacción, la posibilidad de escoger al cantante, el instrumento, inclusive la letra.
Durante su estadía en Panamá, el también otorrinolaringólogo conversó con Facetas acerca de su úl timo y ambicioso proyecto y de cómo la canción, gracias a la tecnología, ‘nunca se mantiene igual’.
¿CREES QUE ‘N’ REPRESENTA EL FUTURO DE LA MÚSICA, LA INTERACCIÓN ENTRE LOS ARTISTAS Y LOS QUE ESCUCHAN?
Es el futuro y es el pasado. La música siempre ha sido una disciplina interactiva. Solamente el acto de escuchar una canción puede modificarla. Ahora lo hemos llevado a otro nivel: son canciones que están diseñadas de manera tal que soportan la interacción de otras personas... No solamente la soportan, sino que la necesitan... Como una escultura móvil que depende del viento para ser lo que es, estos temas dependen del oyente. Yo entrego la trama y quien escucha proporciona el desenlace.
¿ES MÁS DIFÍCIL ESCRIBIR ASÍ?
Si, muchísimo más difícil. Me llevó un año y medio escribir tres canciones y grabarlas. Cada una representa cuatro o cinco veces el trabajo de un tema normal. Las frases, las melodías tienen que poder combinarse unas con otras. Estoy orgulloso porque es algo que no se había hecho hasta ahora, que no tiene ni un precedente en el área de la canción. Que lo tiene en el área de la poesía y la música instrumental... Pero es de masiado trabajo. Por el momento, no tengo ganas de repetir la experiencia.
¿SE PODRÍA HABLAR DE UNA ÁLBUM CONCEPTUAL?
Sí. Este es el más conceptual de todos los álbumes que hice. Cada canción tiene ‘N’ versiones, como el símbolo matemático de una serie de números naturales... La ‘N’ representa la casi infinitud de posibilidades musicales.
ME RECUERDA A LO QUE HIZO JULIO CORTÁZAR CON SU NOVELA ‘RAYUELA’, HACE MEDIO SIGLO ATRÁS...
Sí, me han hablado muchas veces de Rayuela con respecto a este proyecto. Se pueden comparar las he rramientas, las intenciones y la metodología. Desde luego que eso no dice nada acerca del nivel de los resultados... Rayuela es una obra mayor de la literatura hispanoamericana. La leí con mucha fruición hace muchos años atrás. Pero, en realidad, yo tenía más en mente referentes como la biblioteca infinita de Borges, la idea de una canción que contiene infinitas canciones dentro... Me gusta el acto de delegar parte de la responsabilidad en el escucha, de diseñar una estructura que soporte el caos, que pueda navegarlo. Son canciones que las puedes cambiar de orden y siguen teniendo sentido, tanto semántica como sintácticamente.
¿CÓMO FUNCIONA LA APLICACIÓN?
Quería hacer de una aplicación un género artístico. Por eso cada aplicación tiene un interfaz, que busca expandir la metáfora principal de cada tema. Por ejemplo, la canción ‘Habitación 316’ cuenta lo que sucede en una habitación entre dos desconocidos. Es una misma historia con ‘N’ versiones, vista desde ópticas infinitas... En Madera de deriva, de la misma manera que la letra habla del aprendizaje a través de la deriva en la vida, la canción en sí va aprendiendo, creciendo, incorporando instrumentos y completándose, a medida que el usuario se desplaza, va pasando de ubicación a ubicación en su GPS.... La metáfora motriz de Décima a la décima es la vigencia de un género como la décima, que aquí en Panamá es muy cultivado, con prodigiosas decimistas, como el Tano Mojica, Miguelito Rivera... Lo que hicimos fue reunir a 10 cantantes de 10 sectores de hispanoamérica, cada un cantando su décima y combinando una con otra, como una metáfora de un género que está vivo en todo el mundo de habla hispana.
ES UNA CANCIÓN QUE VA VARIANDO A LO LARGO DEL DÍA...
Décima a la décima tiene algunas características estructurales: son 10 versos octosílabos, cada uno de los cuales tiene 10 opciones con la misma rima. Hay una décima entre los 10 mil millones de posibilidades que tiene la palabra tiempo en todos los renglones. Es especial para mí, es única entre los 10 mil millones... De la misma manera que Madera de deriva cambia con el espacio, esta varía con el tiempo, va creciendo a lo largo del día: a la hora uno puedes hacer una de las décimas; a la hora 6 puedes hacer las 6; a la 10 la canción se encuentra en su cenit y puedes hacer las 10 décimas... Es así que su du ración depende del momento del día... La canción nunca es la misma, parafraseando (aunque no exactamente) a Led Zeppelin...
¿NO TIENES MIEDO QUE LA GENTE QUE NO DOMINA LA TECNOLOGÍA DE LOS ‘SMARTPHONES’ QUEDE EXCLUIDA DE LO QUE INTENTAS HACER?
Para mi esto no es un experimento tecnológico, sino poético, en el cual la tecnología es un medio, no un fin en sí misma... Aunque te puedo asegurar que no existe ningún proyecto de aplicaciones y de sonido con la complejidad que tiene ‘N’. Para conseguir alguien que progra mara el Android de tal manera que sonarán 100 pistas al mismo estuvimos buscando seis o siete meses hasta que hallamos a unos tipos en Barcelona que son los únicos que lo pueden hacer en el mundo... No es mi intención excluir a nadie, pero tampoco busco sacrificar el género por volverlo más accesible.
¿CREES QUE LO QUE ESTÁS HACIENDO PUEDA CONVERTIRSE EN UNA TENDENCIA A FUTURO?
No tengo ni idea. Nosotros le metimos mucha prisa porque estábamos seguros que a alguien ya se le había ocurrido la idea. Pero han pasado dos años y medio desde que empezamos a trabajar en esto y todavía no ha salido nada que se le parezca. Lo más parecido es el disco de Bjork que salió hace dos años, pero no son canciones modificables. Éstas son canciones nativas para la ‘app’, ‘aplicanciones’ qu e no tienen sentido en un CD porque se congela. Sería como agarrar una mariposa que vuela y agarrarla y clavarla en un cartón.
¿LLEGARÁ UN MOMENTO EN QUE LA MÚSICA SEA IMPUESTA POR LA TECNOLOGÍA?
La tecnología es un medio, no una imposición. A pesar de los avances tecnológicos lo que determina las cosas en última instancia es la poesía. La estética aún manda.