Nuestro mejor escape: el dormitorio

DISEÑADORA

Y a que el dormitorio principal es el lugar de nuestra casa en donde pasamos un tercio de nuestro valioso tiempo, debe convertirse en casi un lugar sagrado y muy cómodo. Antes de decorarlo, debemos hacernos una serie de preguntas: ¿Qué es exactamente lo que queremos? y ¿cómo lo queremos? para entonces llegar al diseño final que nos genere esa paz y calidez que soñamos.

Se trata de un espacio único, íntimo, calmado, que por lo tanto prefiere indiscutiblemente tonos suaves como: lavandas, celestes, verdes claros, blancos fríos o cálidos, dependiendo de lo que se quiera proyectar pero ojo, no use colores muy vibrantes para todo.

Esa vibración se la podría más bien dar un accesorio, una lámpara o incluso una pared pero de pequeñas dimensiones, pintada de un color de acento o creando una pared texturizada. Por otro lado, es preferible que la cama esté ubicada sobre una pared sólida detrás, para que en ella podamos jugar con el respaldar deseado, ya sea un diseño de pintura, un elegante cuadro, un vinil adhesivo o ¿por qué no? un revestimiento atrevido y original. Nunca sobre una ventana grande porque esto nos limitaría.

Ahora, si contamos con una habitación de techo alto, se puede pintar con una tonalidad ligeramente más leve del color de la pared. Esto ayudará a reducir el límite máximo visual y dar la sensación de un espacio de confort e intimidad. Un dormitorio debe ser acogedor y sencillo, sofisticado y elegante, con independencia del estilo de decoración que elijas.

Amuebla así tu habitación con sólo lo que necesitas: Una cama, una planta, unas dos mesas de noche, un aparador y hasta una silla. Cualquier otra cosa provoca desorden.