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- 04/09/2011 02:00
DAEGU. Los atletas latinoamericanos que participan en el Mundial de atletismo de Daegu-2011 están viviendo experiencias enriquecedoras en un país muy diferente a los que están acostumbrados y la comida está centrando muchas de ellas, con partidarios y detractores.
Sabores exóticos, salsas agridulces, elementos picantes y alimentos que muchos aún tienen por identificar forman parte del día a día de los deportistas, alojados en un complejo residencial común, la Villa de Atletas, situado a unos diez minutos en autobús del estadio de Daegu.
‘Ponen cosas que nos parecen raras a nosotros, con sabores extraños, del tipo pollo dulce. O también cosas picantes’, explicó a la AFP el argentino Javier Carriqueo.
Pero en esto, como en casi todo, las opiniones son diversas y también hay otros atletas que se muestran más entusiasmados con las diferentes posibilidades que han encontrado.
‘Las comidas han estado bien, variadas. Tratar de contentar a muchos países no es fácil. Yo busco lo que es conocido’, señaló la colombiana Brigitte Merlano.
Las diferencias culturales se perciben sobre todo en la gastronomía y muchos de ellos reconocen que la calidad de los productos es buena, pero que es sólo la falta de hábito lo que motiva los problemas.