Se necesitan ‘Risas para el alma’ en Panamá

La actriz Xochitl Vergara convirtió su dolor en un proyecto de impacto social para comunidades con altos índice de violencia

Una madre adolescente junto a su pareja decidieron sacar adelante a sus descendientes. El amor nunca hizo falta, y si bien, no había dinero en abundancia, la resiliencia se apoderó del hogar. La actriz Xochitl Vergara es una de esos hijos de aquellos padres adolescentes.

Aunque el amor predominó en su familia, hubo un quiebre en la relación de su madre y ella. Xochitl comenta que necesitaba establecer esa comunicación asertiva entre ambas partes, ya que el dolor crecía ante una comunicación fría y protocolar.

A raíz de esta situación nace la idea de realizar un largometraje cuyo título es ‘Nosotras las niñas’, que sigue la mirada de una niña y madre —ambas payasitas— en una gira que plantea abordar los temas de la crianza, comunicación y relaciones humanas como una dosis de sanación.

‘Risitas & Elo’ es el nombre de la compañía que integran las protagonistas. Durante el desarrollo del largometraje ambas serán parte de ‘Risas para el alma’, una gira de payasos y titiriteros –a cargo del artista Robin Puppet– dirigida a comunidades con alto índice de violencia. Los tres primeros lugares que presentarán los performances son: Veracruz, Ipetí de Chepo y, también, el Hogar María Guadalupe, un centro de acogida para niñas y adolescentes embarazadas.

Todas las giras serán en el mes de enero del 2024, si se logra recaudar los fondos necesarios. El largometraje que llegase a realizar, explica Xochitl, tenía que ir de la mano de un proyecto de impacto social, es por ello que impulsa ‘Risas para el alma’. Ambas iniciativas están muy ligadas, resalta la directora de ambas iniciativas durante una entrevista con La Estrella de Panamá.

Un proyecto de sanación personal

Aunque en un principio, Xochitl quería abordar un documental sobre jóvenes embarazadas, prefirió no hacerlo ya que no era su vivencia. Su mirada, aclara, fue el ser hija de quien en su momento era una adolescente embarazada.

“Tuve una niñez llena de amor. Cuando no había dinero todo se transformaba en un juego: como el ¡Hoy es el día del patacón!” La escasez de cualquier rubro que pudo haber tenido, la comprendió siendo una mujer adulta.

“Me siento una persona privilegiada por eso. Creo genuinamente en el amor y en su poder porque a mí me lo hicieron ver así. Me parecía súper loco que una persona como mi mamá, con esas carencias, me ofreciera el amor que nunca tuvo. Mis padres eran dos adolescentes con bastante carencias y discriminaciones en sus núcleos familiares”.

El verbo que se calla

Otro punto importante, detalla Xochitl Vergara, es que dentro de las giras se abrirá un espacio para que los miembros de las comunidades se hagan entrevistas. Quienes participen de la dinámica se harán tres preguntas: ¿qué significa el uno para el otro?, ¿qué es lo que más admiras de la personas que tienes al frente?, ¿qué más extrañas de su infancia?

Cuando se acuda al hogar María Guadalupe no se hará la última pregunta al ser espacio en donde las niñas y adolescentes, no necesariamente, tengan los mejores recuerdos de esa etapa de sus vidas. La prioridad de la iniciativa es salvaguardar el bienestar de las mismas. Además, se acudirá hacia ellas sin esa mirada inquisitiva como regularmente se les mira.

“El deseo es hacerlas reír como tiene [derecho] todo ser humano (...) Es necesario abordar el tema de las adolescentes embarazadas desde un punto de vista asertivo. No es criticar y dejar el tema. Así no se construye una sociedad”, asegura.

El compás de este tipo de preguntas es necesario, señala Vergara, ya que la sociedad está muy poco acostumbrada a escuchar un “te quiero” o “eres importante para mí”. “Es todo lo contrario, prevalece el no. El ‘no te quiero’, el échate para allá’. El rechazo es una cosa normalizada y eso me parece horroroso”.

“¿Por qué en el mundo existe tanta violencia? Si en el paisaje chorrea sangre, eso se ve normal. Sin embargo, si alguien te dice que te quiere desde el fondo de su ser, se mueve el mundo”, comenta.

Una buena forma de transmitir este mensaje es desde el teatro, agrega la actriz, porque esta disciplina posee una energía viva en el espacio. El mensaje se hace, en un principio, con miras de llevarlo a las comunidades en conflicto, pero en el futuro se espera poder llevarlo a otras capas de la sociedad.

“Es evidente la violencia en las comunidades, pero también hay violencia en las altas esferas, [y] es peor, porque las personas sienten que no pueden gritar. Y eso se refleja en los índices de suicidios”.

Una dosis de risas para el alma

Se necesita que la humanidad vuelva a utilizar la risa como un medio de resiliencia, remarca Xochitl. Se trata de levantarse, sacudirse y empezar a redibujar la vida frente a la adversidad. “No hay lienzo más en blanco que el dolor profundo. El dolor profundo es un hueco, pero también puede ser un lienzo en blanco para hacer del dolor otra cosa. Es importante aprender a levantarnos. Ya se ha dicho mucho sobre lo evidente, lo doloroso [que es la vida], pero nos quedamos ahí. No podemos quedarnos ahí”.

Muchos sostienen que se necesita el recurso económico, asegura la actriz, pero se puede dar el dinero y todo sigue igual. Se necesita un cambio hacia adentro, es decir, mirar las cualidades y los defectos propios. Entregar amor, estando conscientes de que nadie da lo que no tiene.

El amor lo cura todo

Al desarrollar la primera fase del largometraje Nosotras las niñas, se hicieron las preguntas ¿qué significa la otra persona para ti? Frente a frente estaban Xochitl y su madre.

“Cuando nos sentamos, la primera [en hablar] fuí yo. Ya lo verán... Fue el inicio de una nueva relación. Esa barrera se venció. Ya hablamos. Ahora respeta más lo que yo digo. Y ahora, yo la respeto más sus opiniones”.

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