‘Paraiso for sale’: herida abierta

PANAMÁ. Anayansi Prado es panameña, nació y vivió la mitad de su vida en Panamá, pero en plena adolescencia, a los 13 años, migró junto ...

PANAMÁ. Anayansi Prado es panameña, nació y vivió la mitad de su vida en Panamá, pero en plena adolescencia, a los 13 años, migró junto a su familia a Estados Unidos. Ella conoce bien el efecto del desarraigo y esa agradable, pero inquietante sensación, de sentirse parte de dos lugares, la ha llevado a trabajar en sus proyectos cinematográficos la temática del fenómeno migratorio.

Uno de sus tres trabajos es Paraíso for sale, lo que sería en español, Paraíso en venta, un documental de 73 minutos que pone en la mesa de discusión la migración estadounidense hacía Panamá, las complejas relaciones entre grupos indígenas, negros y extranjeros.

Y cómo dentro de la provincia y más allá de sus contradicciones se ven unidos por un mal mayor; la llegada a la isla de grandes inmobiliarias norteamericanas intentando despojarlos de sus tierras adquiridas legalmente, en el caso de jubilados norteamericanos, y ancestral y legítimamente en el caso de los grupos indígenas.

El documental cuenta la historia de Feliciano Santos, líder indígena que lucha en contra del despojo de sus tierras por parte de una constructora norteamericana, Darío Vanhorn un botero que se lanza como candidato a alcalde en las últimas elecciones y quien también sufrió el robo de sus tierras por parte de una inmobiliaria, junto con la historia de una pareja norteamericana que después de adquirir legalmente sus tierras hace 10 años y colaborar con una escuela en la población de Isla Colón, se ven obligados a vender su casa al ser hostigados por esta empresa multinacional.

En la presentación de la cinta estuvo presente la realizadora quien en entrevista con Ego, contó cómo siempre tuvo ganas de filmar algo en Panamá y que al oír del tema se le ocurrió hablar de aquella migración, contraria a la de Latinoamericanos hacia Estados Unidos.

Viajó por todo el país y decidió filmar y hablar sobre Bocas del Toro ya que en esa provincia se potenciaba el conflicto migratorio en un 100%.

Después de investigar se lanzó al ruedo junto con una cámara, un director de fotografía y un guión. Así arrancaron a filmar en el 2007 y se encontraron con una situación de lucha entre el poder del dinero y el poder de lo autóctono.

Prado confesó que la migración la toca muy de cerca por sentirse panameña y a la vez norteamericana ya que fue una experiencia compleja el desarraigo y compementarse con la vida norteamericana.

EL DEDO EN LA LLAGA

La presentación extraoficial que se dio el sábado pasado en Panamá, fue en Alhambra de vía España, y más allá del día lluvioso, se llenó de público de todas las edades que aplaudieron e iniciaron un debate técnico y temático de la función cinematográfica.

La realizadora expresó que el documental no pretende ser político, más bien intenta contar historias humanas, pero si después el impacto de estos temas lograr tocar a nivel social es otra cosa.

La directora de la Fundación Amarte, Ana Pérez expresó la importancia de informarse con respecto a temas como este ya que muchos no accionan y se unen, porque no tienen idea de que a otros les está pasando lo mismo.

‘ Los pobladores de Bocas del Toro no son los únicos que viven está situación, en Darién y Las Tablas se han adquirido tierras de forma ilícita a favor de extranjeros’, expresó Pérez.

Francisco Herrera, integrante de La Alianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD), explicó en el debate que este fenómeno se inició en la provincia de Bocas del Toro después del terremoto de 1992, donde muchos de los lugareños comenzaron a salir de la provincia, por miedo a réplicas del terremoto. ‘En ese momento llegaron un grupo de italianos que vivían en Costa Rica y descubrieron Bocas del Toro, iniciando el boom de compras de residencias.

‘Este documental puede contribuir a un debate nacional para discutir la forma en el que se está desarrollando el turismo en Panamá’, aseguró Herrera.

ABRIR EL DEBATE

La realidad de nuestro país es compleja, somos un crisol de razas como dice el slogan turístico. El crecimiento económico desmesurado e invisible para muchos hace unos 10 años nos pintaba un futuro prometedor, donde el derrame de la riqueza inmobiliaria y turística empaparía a todos los pobladores.

Pero las cifras y el día a día hablan por sí solas, Bocas del Toro es el reflejo de esta realidad y el documental lo explica. Panamá encabeza la lista como el país con mayor crecimiento económico de América Latina con un porcentaje del 8,5 %, según un informe de la CEPAL, y aún así la desigualdad social crece. Según la investigación de la realizadora, tan solo en Bocas del Toro el 67 % de las tierras se encuentran en manos de extranjeros y anualmente 150 mil estadou nidenses solicitan residencia panameña. Los precios de casas y departamentos oscilan entre los 90 mil y 200 mil dólares, una suma inaccesible para una familia de trabajadores panameños, pero razonables para extranjeros. El documental de Prado más que tomar posturas, abre la discusión de cuál es el Panamá que queremos. ¿Es real el país que nos venden? Cuánto vale nuestro territorio nacional?.

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