Virginia 2013, no hay otra

PANAMÁ. A las 10:45 de la noche del 8 de enero se dio el veredicto. Virginia Hernández, una joven bailarina de ballet y modelo de 22 año...

PANAMÁ. A las 10:45 de la noche del 8 de enero se dio el veredicto. Virginia Hernández, una joven bailarina de ballet y modelo de 22 años, fue coronada como la reina del Carnaval de la City 2013. Además, será la Embajadora de Turismo de Panamá y la candidata istmeña al Miss Mundo, evento que se hará en Yakarta, Indonesia, el 14 de septiembre.

Con un traje color verde pastel con corte sirena del diseñador venezolano Douglas Tapia, Hernández inflamó al público y obviamente al jurado, durante la pasarela en traje de noche.

El rumor de que la corona ya tenía dueña y que era para la candidata Andrea Quintero (quien quedó de primera princesa) o de Nabil González (segunda princesa) se despejó en segundos.

Durante el evento, la maestra de ceremonia y presidenta de la Organización Miss Panamá, Marisela Moreno, hizo énfasis en varias ocasiones de que Quintero fue reina de Calle Arriba de Las Tablas 2011 y que González había participado el año pasado en el Miss Panamá; eso provocó la molestia del público, el cual gritó en protesta: ‘Hay favoritas, hay favoritas’.

HORAS DESPUÉS

La primera princesa, Andrea Quintero, renunció a su cargo, dejándole éste a Nabil González, de 23 años. La tercera finalista, Rocío Lezcano, de 20 años, ahora será la segunda princesa.

Marisela Moreno —quien este año decidió fusionar la escogencia de la reina del Miss Mundo con la reina del Carnaval capitalino y la embajadora de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP)— confirmó la renuncia de Quintero, pero no dio mayores detalles. ‘La ATP tiene la respuesta’, dijo.

Se contactó a la organización del Carnaval capitalino, la parte representada por la ATP, éstos también confirmaron la renuncia de Quintero a su título, y, además, indicaron que la joven no aceptó ser una ‘princesa de carnaval’. El vocero de la institución, Ángel Sierra Ayarza, aseguró que no hubo presión por parte de la familia de Quintero, quien tenía la barra más grande de la noche, identificada con el llamativo color rojo. Quienes estuvieron en el evento pueden dar fe de que la barra roja se comió a los demás grupos.

‘Ella tomó su propia decisión y se respetó’, afirmó el vocero.

Sin embargo, no es novedad que el ego, uno de los pilares de los concursos de belleza, ocasione reacciones e inconformidad, luego del veredicto del jurado. Por ejemplo, el año pasado, Julissa Lobo, quien fue elegida como primera princesa para el Carnaval de la City 2012, renunció al título, alegando que no merecía ser princesa, sino reina.

Lo Nuevo